Convención nacional del PP

Ayuso concede una tregua a Casado y le permite proyectar una imagen de unidad

La presidenta asegura ante el pleno de la formación que su “meta” es Madrid y dice que es leal al líder del PP

Dirigentes del partido lamentan el manejo de los tiempos de la política madrileña para concentrar los focos

Ayuso firma la tregua con Casado: "Tengo claro dónde está mi sitio"

Ayuso firma la tregua con Casado: "Tengo claro dónde está mi sitio". /

Pilar Santos

Pilar Santos

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En las familias hay encontronazos que dejan heridas durante años. En la del PP tienen todavía presente el que vivieron Esperanza Aguirre y Mariano Rajoy, en 2008, cuando la lideresa amagó con tumbar al entonces líder del partido. Por eso la dirección conservadora ha vivido con una ansiedad indisimulada que Isabel Díaz Ayuso le dijera hace cuatro semanas públicamente a Pablo Casado que, además de presidir la Comunidad de Madrid, aspira a ostentar cuanto antes también poder orgánico y ser la jefa de la formación en la región. Este sábado, en València, en el broche final de la convención nacional, Ayuso quiso aclarar las cosas: aseguró que ella desea coger las riendas del partido cuanto antes en un congreso interno, pero no para hacerse más fuerte y amenazar el liderazgo de Casado, sino porque quiere ser como Alberto Núñez Feijóo en Galicia o Juanma Moreno en Andalucía y concentrar ella también los dos cargos. La presidenta de Madrid ha ofrecido una tregua. ¿Cuánto durará?, se preguntaron sus compañeros de filas. No se sabe, pero, como mínimo, ha permitido a Casado cerrar el cónclave con una imagen de unidad que necesitaba de manera perentoria.

La nueva estrella entra al cónclave entre vítores y es aplaudida en pie al pronunciar su compromiso de fidelidad

Ayuso llegó al auditorio del palacio de Les Arts la última. Después del líder, después de todos los barones. Sabía que las cámaras le estaban esperando. Decenas de militantes y dirigentes que no pudieron entrar en las instalaciones por razones de aforo la acompañaron en su paseíllo hasta el interior: "¡Presidenta, presidenta!". La dirigente volvió el viernes de su viaje a EEUU y llegó justo para la mesa en la que participaba junto a todos los dirigentes que presiden ejecutivos: Feijóo (Galicia), Moreno (Andalucía), Fernando López-Miras (Murcia), Alfonso Fernández Mañueco (Castilla y León) y Juan Jesús Vivas (Ceuta). En ese escenario es en el que Ayuso quiso ser transparente, aunque esa transparencia supusiera hablar de algo que debería de incomodar a Casado: el miedo del político palentino a que le dispute su autoridad.

Discurso escrito

La jefa del Ejecutivo madrileño llevaba escrito lo que quería decir. Ni una palabra de más ni de menos. "Tengo meridianamente claro dónde está mi sitio y sé que mi sitio es Madrid. Daré lo mejor para Madrid, porque Madrid es España y necesitamos que tú llegues a presidente del Gobierno". El impacto fue inmediato: todo el auditorio puesto en pie aplaudiéndola. A ella. Ayuso ya es un puntal del PP tras su triunfo arrollador en las elecciones de mayo y un fuerte perfil político, labrado durante meses de pandemia a la contra de Pedro Sánchez y, este mes de septiembre, a la contra de la sede de Génova y al propio Casado.

En su discurso, la dirigente agradeció al máximo responsable de los populares que la eligiera como candidata en 2019 cuando nadie la conocía, y recordó que su amistad empezó hace 16 años. "O socialismo o progreso. O socialismo o libertad. O Sánchez o Casado", concluyó. Otra ovación más. A ella.

Alivio en la dirección

Las palabras de Ayuso se escucharon con cierta distancia por sus propios compañeros de filas, que admitían en los pasillos del auditorio su malestar por que la presidenta haya querido llevarse los focos antes y durante la convención. "Podría haber dicho lo mismo la semana pasada, pero no, ha tenido que esperar al fin de semana de la convención", resumía uno de los barones que prefirió "no seguir la polémica públicamente". Hubo diputados que vieron condescendencia en sus palabras. "¡'Tú eres el líder', le ha dicho! ¡Como si no lo supiéramos!", se burló uno. "Es una máquina de dar titulares y ser el centro de atención", reconoció otro. Fuentes del equipo de Casado, sin embargo, se dieron por satisfechos y celebraron el alivio que produjeron sus palabras.

"Podría haber dicho lo mismo la semana pasada, pero no, ha tenido que esperar al fin de semana de la convención", se queja un barón

Antes de entrar en el Auditorio todos los dirigentes autonómicos, provinciales, alcaldes y diputados mostraron una imagen de unidad y el deseo de que Casado venza a Pedro Sánchez en las próximas generales. "El futuro es nuestro, del PP y de Pablo Casado", animó Moreno. "Todos los presidentes autonómicos hemos venido aquí para apoyar al presidente de nuestro partido. Nuestro partido es un partido leal, no es un partido de codazos ni es un partido de zancadillas, eso se lo dejamos a otros", lanzó Feijóo, otrora el barón que podía amenazar a Casado.

García Egea se reivindica

También tuvo su discurso en el escenario el secretario general, Teodoro García Egea. Mandó dos mensajes fundamentales: reivindicó el trabajo del "equipo" de Génova, muy cuestionado (él el primero) en varios momentos (la caída a 66 escaños, el hundimiento en Catalunya, el propio choque con Ayuso...) y alicató el mensaje de unidad.

Este domingo, el último día de esta convención itinerante con actos en Santiago de Compostela, Valladolid, Madrid, Sevilla y Cartagena, los populares tienen una misión para escenificar el empuje que, según admiten las fuentes de la dirección, no tenían "ni hace un año". Quieren llenar la plaza de Toros de València, un icono para el partido, y poder decir así, copiando a la eurodiputada Dolors Montserrat, eso de que "El PP 'is back". El PP ha vuelto.

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