El deshielo entre gobiernos

La Generalitat cree que la remodelación del Gobierno puede retrasar la comisión bilateral

Aragonès defiende que "lo importante es el qué, no el quién" sobre los relevos y exige una propuesta para encauzar la solución al conflicto catalán

Pere Aragonès, en el Parlament

Pere Aragonès, en el Parlament / ACN / ARNALD PRAT

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La 'consellera' de Presidència, Laura Vilagrà, ha advertido este domingo de que la remodelación del Gobierno puede retrasar la reunión de la comisión bilateral prevista para este mes de julio, al cambiar alguno de los interlocutores en el Ejecutivo central.

En declaraciones a los periodistas tras participar en Barcelona en un acto solidario contra la esclerosis múltiple, Vilagrà, que es la responsable de las relaciones del Govern con Madrid, ha indicado que la remodelación puede retrasar algunos de los trabajos que estaban realizando ambos ejecutivos para activar "aspectos importantes para la ciudadanía" a nivel social y de infraestructuras.

Por este motivo, ha indicado que espera poder "retomar estos puentes" lo antes posible, ya que aunque no ve en los cambios en el Gobierno un "mensaje diferente", sí que puede provocar "seguramente" un retraso en la comisión bilateral, que se tenía que reunir este julio.

La mesa de diálogo

Por su parte, el 'president' de la Generalitat, Pere Aragonès, le ha restado importancia a los nuevos nombramientos: "Lo importante es el qué, no el quién". En rueda de prensa junto al conseller de Salud, Josep Maria Argimon, tras reunirse con trabajadores del Hospital de Bellvitge (Barcelona), ha indicado que el qué hace referencia a "qué propuesta para la resolución del conflicto político propone" el Gobierno en la próxima reunión de la mesa de negociación entre ejecutivos.

En ese sentido, ha avisado de que el Govern planteará en ese encuentro la amnistía y la autodeterminación a través de un referéndum, "independientemente de las personas que vengan a verbalizar" la propuesta de Sánchez.

"Pero no solo el qué en materia de la resolución del conflicto político, sino también en muchas cuestiones sobre las que se deben tomar decisiones ya", ha dicho, como la venta de pruebas de coronavirus en farmacias.

Al ser preguntado por si cree que la remodelación del Gobierno se debe a una crisis interna, ha evitado pronunciarse al respecto y ha replicado: "Cada Gobierno se organiza como considera oportuno y yo no voy a entrar en especulaciones".

Por su parte, la presidenta del Parlament, Laura Borràs, ha considerado que la remodelación del Gobierno ofrece "pocas posibilidades" para pensar que en el ejecutivo existe una "voluntad" de resolver el "conflicto político" con Catalunya.

Borràs ha indicado también que el paso del catalán Miquel Iceta por la cartera de Política Territorial ha sido un "espejismo" que ha durado seis meses.

"Es un día feliz para el PSC"

Por otro lado, el líder del PSC en el Parlament, Salvador Illa, ha garantizado este domingo que, pese a que Iceta pase a ser titular de Cultura, "personas del PSC estarán presentes y tendrán mucho que decir en el proceso de diálogo entre el Gobierno de España y el de Catalunya". Durante una visita a Lleida en el marco de la Conferencia Horizonte 2020-23, ha asegurado que su partido tiene "un papel decisivo" en el Gobierno y que "esto es positivo para los catalanes y catalanas". "Es bueno para Catalunya un PSC fuerte en Catalunya y es bueno para Catalunya un PSC fuerte en el Gobierno de España".

"Es un día feliz para el PSC", ha confesado, en referencia al hecho de que haya doblado su presencia en el Gobierno español, al disponer de dos ministros. Illa ha felicitado tanto a Iceta como a Sánchez y ha resaltado que liderarán "ministerios clave" en el Gobierno "de la recuperación".

Además de destacar la "trayectoria política acreditada" de Iceta, al que ha tildado de "uno de los políticos más brillantes de España", Illa se ha mostrado "orgulloso" de que Sánchez vaya a incorporar a un alcaldesa de los socialistas catalanes a su Ejecutivo.

Por otra parte, el exministro de Sanidad ha vuelto este domingo a criticar a Aragonès por negarse a convocar una mesa de partidos catalanes para buscar una postura sobre el futuro político de Cataluña que sea un punto de encuentro entre las formaciones catalanas. "Me tiene preocupado y decepcionado", ha dicho, y ha censurado su inmovilismo y su apuesta por el "monólogo".