El PP intenta rebajar la tensión con Vox en Andalucía para no acabar en adelanto electoral

Los ultras dejan de apoyar en el Parlamento a Moreno por su decisión de acoger a 13 menores no acompañados marroquís

Moreno

Moreno / María José López / Europa Press

Pilar Santos

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Vox ha dejado esta semana en la estacada a Juanma Moreno (PP) en la Junta de Andalucía al no apoyar dos leyes muy relevantes para el Gobierno autonómico: la nueva ley del suelo y la reforma de la una norma de salud pública para contener la pandemia. Los diputados de extrema derecha exigen que convoque elecciones anticipadas, algo que Moreno rechaza a medio plazo, porque ve necesario centrarse en la lucha contra el covid y la crisis económica y social. 

Los ultras llevaban desde el primer minuto de la legislatura amenazando con dejar a Moreno sin el apoyo parlamentario que necesita para sacar adelante sus iniciativas, ya que el respaldo de Ciudadanos, con los que el PP gobierna en coalición, no es suficiente. Vox ha utilizado ahora como argumento principal para dar ese paso que la Junta ha aceptado acoger a 13 menores no acompañados marroquís después de la llegada de miles de inmigrantes a Ceuta. "Nos invaden y nosotros vamos a ser cómplices de esa invasión", afirmó Manuel Gavira, portavoz de la formación para mostrar su disconformidad.

Los conservadores consideran que Abascal quiere aprovechar la crisis con Marruecos y los indultos para ir a las urnas

Fuentes del equipo de Moreno consideran que los “intereses partidistas” de Santiago Abascal le han llevado a romper y tratar de desestabilizar al Ejecutivo porque considera que, con la tensión diplomática con Marruecos y la defensa de los indultos a los presos independentistas de Pedro Sánchez, el escenario le es propicio para someterse ahora a las urnas. La voluntad del barón del PP es no convocar este año, un periodo en el que no teme el abandono parlamentario de Vox, porque tiene los Presupuestos del 2021 aprobados y podría prorrogarlos para el 2022. Ese año, en diciembre, es cuando se acaba la legislatura y tocaría llamar a las urnas.  

El líder de la Junta, que se encuentra bien, pero está en confinamiento domiciliario por covid desde el jueves, está intentando echar agua a este incendio para que los de Abascal vuelvan a querer pactar iniciativas en el Parlamento. De hecho, en sus declaraciones no da por finiquitado el entendimiento que, pese a los choques habituales, había mantenido con los diputados de extrema derecha y se limita a preguntarles si lo que buscan es “tumbar” al Gobierno, como si el divorcio no hubiera llegado de verdad. Moreno gobierna con sus 26 diputados, 21 de Cs y los 11 de Vox. Los parlamentarios ultras firmaron un acuerdo para investirle presidente y facilitarle tres presupuestos autonómicos, algo que han cumplido.

El dirigente conservador rechaza llamar a las urnas y pide a la extrema derecha que se centre en la pandemia y la crisis

Moreno no es Ayuso

Después de la arrolladora victoria de Isabel Díaz Ayuso en Madrid el 4 de mayo, las miradas se volvieron hacia Moreno. Según ha podido saber este diario, aquellos días algunos dirigentes de Génova le insinuaron que repitiera la estrategia y adelantara elecciones para seguir avanzando en la operación de absorción de Ciudadanos y asestar otro golpe, con su supuesta victoria, al PSOE, algo que él bloqueó y que no se ha vuelto a plantear.

El jefe del Ejecutivo andaluz argumenta que ni él es Ayuso ni los andaluces son los madrileños. “Esta comunidad es socialista. El PSOE fue el que ganó, pero no sumó. Moreno tiene que asentarse como líder y lo está logrando. No es Ayuso, que sí que ha podido atraer al votante de Vox. Si convocara para septiembre [la ley andaluza impide hacerlo en julio y agosto], se le vería como un oportunista”, señalan en su equipo. Fuentes de Génova creen que su estilo busca ser “más parecido al de Alberto Núñez Feijóo, sosegado, transversal, de plazos largos”.

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