Negociaciones para formar Govern

La CUP aprieta las tuercas a ERC y Junts exigiendo desobediencia

Los anticapitalistas urgen a republicanos y posconvergentes a salir de su "zona de confort" para tejer juntos una hoja de ruta que marque la legislatura

Diputados electos de la CUP, junto a otros miembros de la formación.

Diputados electos de la CUP, junto a otros miembros de la formación. / EFE / Enric Fontcuberta

Júlia Regué

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La CUP ha urgido este miércoles tanto a Esquerra como a Junts salir de su "zona de confort" para desencallar la configuración del futuro Govern y para que el programa que se desempeñará desde el Palau de la Generalitat en los próximos cuatro años sea desobediente y de confrontación con el Estado. En plenas negociaciones entre independentistas -de nuevo bilaterales porque desde la constitución de la 13ª legislatura no ha habido una cita a tres bandas- los 'cupaires' han celebrado una conferencia política para marcar sus propuestas y líneas rojas a Pere Aragonès, el presidenciable que necesita que los 'cuperos' faciliten su investidura, aunque sea con una abstención en la segunda vuelta. "Tenemos prisa", han advertido en varias ocasiones los diputados Dolors Sabater, Carles Riera y Laia Estrada, pidiendo "embates al Estado" ante "falsos diálogos".

Los anticapitalistas han escenificado desde Barcelona una larga hoja de peticiones entre las que destacan un fortalecimiento del sector público, una reversión de las privatizaciones, una banca pública, una renta básica universal, y políticas para noquear el cambio climático. En el plano independentista, han defendido sin fisuras un referéndum antes del 2025 al que emplazan a llegar "con los deberes hechos", es decir, con estructuras de Estado equipadas para la previsible reacción del Estado tras el convulso otoño del 2017.

Otra mesa de diálogo

La mesa de diálogo nunca ha agradado a la CUP, por lo que han instado al soberanismo a crear una de paralela de la que no forme parte el Gobierno con el fin de tejer una estrategia conjunta "para la ruptura".

Sabater no ha escondido su temor a que las negociaciones terminen con un acuerdo ERC-JxCat que repita los choques a los que se acostumbraron durante su pasado mandato. Y los anticapitalistas aprovecharon la cita para recordarles -con la mirada puesta sobre Aragonès, Marta Vilalta, Josep Rius y Aurora Madaula acomodados en las primeras filas de invitados- que no se prestarán a ser una "muleta" del futuro Ejecutivo, sino que su único propósito es "un impulso de cambio político". "Pedimos que, a la hora de negociar, hagamos todos un esfuerzo para estar a la altura porque el país lo necesita. No miremos qué necesitamos los partidos, sino qué necesita el país", ha aseverado Sabater.

Los 'cuperos' han reconocido que no tienen la misma sintonía con Esquerra que con los posconvergentes. "Con Junts no nos está resultando fácil. Les facilitamos un documento hace dos semanas y todavía esperamos su respuesta", ha lanzado Estrada, mostrando impaciencia y exigiendo "valentía".

Por ahora, no quieren avanzar pantallas y dilucidar si formarán parte del futuro Executiu o si se mantendrán en la oposición. El embrollo deberán resolverlo sus bases, aunque alertan de que todo dependerá de los acuerdos que logren arrancar a ERC y Junts.