Sánchez ante la primera ola: de la serenidad a la alarma

9 de marzo de 2020. Clausura del Congreso de la Asociación de Trabajadores Autónomos (ATA)

Sánchez interviene en la clausura del Congreso de la Asociación de Trabajadores Autónomos (ATA). Por primera vez, dedica una buena parte de sus palabras al coronavirus. La Moncloa ya empieza a contemplar la posibilidad de declarar la alarma para confinar a la población. Sin embargo, el presidente, tras anunciar un “plan de choque” económico, opta por transmitir tranquilidad. “Quiero lanzar un mensaje de unidad, de serenidad y de estabilidad. Esta es una causa que no distingue ni de ideas ni de colores. Ante un problema que nos afecta a todos, sabemos dar una respuesta de país que nos protege a todos. Tenemos un sistema sanitario robusto, dotado de excelentes profesionales. Con la colaboración de todos, tomando las medidas que nos señalan los expertos, estoy convencido de que vamos a superar este problema de salud pública”, dice.

10 de marzo de 2020. Comparecencia tras el Consejo Europeo extraordinario 

Sánchez reúne de forma extraordinaria al Consejo de Ministros. Promete ayudas a empresas y familias, pero también comienza a alertar de la magnitud de una pandemia que va a “costar” superar. “Estamos ante una emergencia sanitaria que vamos a superar, pero que nos va a costar. Vamos a tener por delante semanas difíciles, duras. Y lo vamos a conseguir antes y con el menor daño posible si cada uno de los integrantes de la sociedad asumimos nuestro papel”, señala.

12 de marzo de 2020. Comparecencia tras el Consejo de Ministros 

Nuevo Consejo de Ministros. Sánchez ya ha pedido a sus colaboradores que empiecen a preparar el decreto que permitirá el confinamiento, pero la decisión no está por completo tomada, así que opta por no anticipar nada, dejando la puerta abierta. Eso sí, subraya que el Ejecutivo hará lo que “haga falta”. Es su primera rueda de prensa telemática, sin periodistas presentes, un formato que se repetiría durante los meses siguientes. “¿Contempla el Gobierno el estado de alarma?”, le preguntan. “Estamos hablando de una situación que no es estática. El Gobierno tomará las decisiones que tenga que tomar, donde haga falta y cuando haga falta. He de subrayar la excelente cooperación que estamos teniendo con las comunidades autónomas. El modelo de respuesta que tenemos es el adecuado para la envergadura del desafío que tenemos por delante”, contesta.

13 de marzo de 2020. Anuncio de la declaración del estado de alarma 

Sánchez vuelve a comparecer, esta vez sin permitir preguntas, para anunciar que al día siguiente el Gobierno aprobará la alarma. Su discurso vuelve a agravarse. Subraya que esto es solo la “primera fase” del “combate contra el virus”, y anticipa semanas “muy duras”, añadiendo un adverbio que hasta entonces no había empleado. “Estamos solo en la primera fase de un combate contra el virus que libran todos los países del mundo y en particular los del continente europeo. Nos esperan semanas muy duras. Dijimos que vendrían días difíciles y tomamos medidas a la altura de esa dificultad. No cabe descartar que en la próxima semana alcancemos desgraciadamente los más de 10.000 casos”, explica.

14 de marzo de 2020. Comparecencia tras el Consejo de Ministros que aprueba el estado de alarma

España, que había comenzado la semana con 999 casos y 16 fallecidos, ya sufre 5.753 contagios y 136 muertes. Tras el Consejo de Ministros más largo que se recuerda (siete horas, con un pequeño receso para picar algo), en el que los miembros del Gobierno han repasado el decreto de alarma artículo por artículo y han librado un intenso debate sobre las ayudas a los trabajadores (Podemos quiere medidas más contundentes), Sánchez anuncia: “Durante la vigencia del actual estado de alarma las personas únicamente podrán circular por las vías de uso público para la realización de las siguientes actividades. La adquisición de alimentos, productos farmacéuticos y de primera necesidad. La asistencia a centros, servicios y establecimientos sanitarios. El desplazamiento al lugar de trabajo. El retorno a la residencia habitual. La asistencia y cuidado a mayores, dependientes, menores, personas con discapacidad o especialmente vulnerables. El desplazamiento a entidades financieras o de seguros”.