EN CLAVE MADRID
Las incertidumbres de Pedro Sánchez |Elecciones catalanas 2021
Salvador Illa intentará ir a la investidura, pero dependerá del elegido para presidir el Parlament
Los comunes serán tentados por unos y otros, con vaivenes de la coalición monclovita de fondo
ERC tendrá que medir qué peso quiere tener a partir de ahora en Madrid y en la gobernabilidad
Gemma Robles
Directora de Red de Contenidos de Prensa Ibérica
Gemma Robles
El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, volvió a hacerlo. Apostó fuerte coordinado con el PSC; arriesgó en Catalunya colocando a su ministro Salvador Illa como candidato y ganó. Al también presidente del Gobierno las urnas le han dado la razón... más o menos. Porque la realidad es que Illa era la noche del domingo quien más sufragios había cosechado, pero empatado en escaños (33) con ERC y sabiendo que los avales al bloque independentista son aún mayores que en la anterior legislatura.
¿Y ahora?. Illa dice que se presentará a la investidura. Que él no hará ‘un Arrimadas’. Pero esa es la primera de las incertidumbres que acompañarán los próximos días al propio Illa, a Sánchez y todos los suyos: ¿permitirá el próximo o la próxima presidente o presidenta del Parlament que el socialista haga al menos un intento?. Depende de en qué partido milite quien sea que vaya a dirigir la Cámara catalana. Y eso va ligado a los pactos.
Conviene no dar nada por hecho. Además, y aquí llega la segunda incertidumbre, los republicanos (33 escaños) no van a perder la histórica oportunidad de intentar liderar un proyecto que llevará sin duda el apellido independentista. Dan los números. Y esos números a la vez dan mensajes a ERC: tener a JxCat -su enemigo íntimo- pegado a los talones con 32 parlamentarios y a la rebelde CUP (9 sillones en el Parlament) como notario no es un escenario confortable para Oriol Junqueras y Pere Aragonès, digan lo que digan en público. Por tanto que a nadie extrañe que en las próximas horas se tiren los tejos sin pudor a los morados para tentarles con poder y despachos, apelando a la E de Esquerra y tratando de diluir, hasta donde permita la imaginación, el peso de los de Puigdemont. Si esto ocurre, ¿qué harán los comunes?. ¿Y qué dira Pablo Iglesias, vicepresidente y socio de Pedro Sánchez, tan dado a las emociones fuertes?.
La tentación morada
La organización de Ada Colau va a recibir guiños de todos los colores. Como Iglesias. Los independendistas, o al menos una parte de ellos, no perderán ocasión de recordarle que fue él quien ha estado abogando por una alianza sin tabúes cuando así le ha interesado para intentar salvar los presupuestos en Madrid. O para convertir enmiendas en trampas para el PSOE. A Sánchez le va a tocar mantener más de una conversación con su socio en torno a Catalunya. Al tiempo...
Más incertidumbre. ¿Afectará el pulso del PSC y ERC para hacerse con la investidura catalana a la gobernabilidad de España y a la aritmética del Congreso? ¿Le temblarán las piernas al grupo republicano en la Cámara Baja si JxCat o la CUP exigen distancia con Sánchez?. Tanto sabe Aragonès la que se le viene encima con este asunto que fue e primero en hablar de "diálogo", aunque subrayando que para hablar de autodeterminación y amnistía. Claro. Ahora no puede permitirse otros matices.
Y el colofón, de máxima relevancia: peligrosísimo subidón de Vox y hundimiento del PP. ¿Con quién se hacen los Pactos de Estado? Y Luis Bárcenas por declarar. Ojo.
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