COMICIOS EN PANDEMIA

El Gobierno descarta recurrir el posible retraso de las elecciones catalanas

La Moncloa expresa dudas jurídicas sobre el aplazamiento, pero señala que la impugnación en su caso vendría del PSC

Los socialistas catalanes esperan a la decisión que se tome el viernes para decidir si acuden a los tribunales

(I-D) El presidente del Gobierno  Pedro Sanchez  el ministro de Sanidad  Salvador Illa  y la vicepresidenta primera del Gobierno  Carmen Calvo  a su llegada a una sesion de control al Gobierno en el Congreso de los Diputados  en Madrid  (Espana)  a 28 de octubre de 2020  El Gobierno ha respondido  entre otras cuestiones  a lo relativo al estado de alarma declarado por la crisis sanitaria del Covid-19 y a las dudas suscitadas por su prorroga   28 OCTUBRE 2020 SESION DE CONTROL CONGRESO DE LOS DIPUTADOS ESTADO DE ALARMA  EUROPA PRESS E  Parra  POOL  28 10 2020

(I-D) El presidente del Gobierno Pedro Sanchez el ministro de Sanidad Salvador Illa y la vicepresidenta primera del Gobierno Carmen Calvo a su llegada a una sesion de control al Gobierno en el Congreso de los Diputados en Madrid (Espana) a 28 de octubre de 2020 El Gobierno ha respondido entre otras cuestiones a lo relativo al estado de alarma declarado por la crisis sanitaria del Covid-19 y a las dudas suscitadas por su prorroga 28 OCTUBRE 2020 SESION DE CONTROL CONGRESO DE LOS DIPUTADOS ESTADO DE ALARMA EUROPA PRESS E Parra POOL 28 10 2020 / EUROPA PRESS

Juan Ruiz Sierra

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El retraso de las elecciones catalanas previstas para el 14 de febrero, aún no oficial pero cada vez más cercano, plantea dudas jurídicas en el Gobierno. En la Moncloa subrayan las diferencias entre estos comicios y los de Galicia y el País Vasco, que también fueron pospuestos a raíz de la pandemia. Están a la espera de ver cómo el Govern (o los partidos catalanes, si es que finalmente hay un consenso que ahora parece difícil debido al rechazo del PSC) justifica legalmente el posible aplazamiento. Pero fuentes del Ejecutivo aseguran que no contemplan impugnar la hipotética suspensión. En su caso, explican en el Gobierno, el recurso vendría de los socialistas catalanes, que esperan a la decisión final para mover o no ficha en el terreno judicial. 

A primera hora de la mañana, el ministro de Justicia, Juan Carlos Campo, advirtió de los riesgos de un aplazamiento debido a la situación de la pandemia en Catalunya, que este jueves registró 122 muertes y casi 4.500 contagios. “Mucha cautela ante una falta de previsión legal. Suspender la democracia es grave”, dijo en Ràdio 4 y La 2. “Si no queda más remedio, podría hacerse. Pero es una cosa muy, muy delicada”, añadió. Sus palabras casaban mal con las que solo dos días atrás había pronunciado Salvador Illa, titular de Sanidad y candidato del PSC. “La decisión corresponde al Govern y a los partidos catalanes. No voy a introducir ningún matiz”, dijo desde la Moncloa, en referencia a la reunión que tendrá lugar el viernes, donde se aplazarán los comicios (con mayo o junio como fechas más probables de la nueva convocatoria) o se mantendrá la llamada a las urnas del 14 de febrero. 

Fuentes del Gobierno, sin embargo, explicaron después que Campo se había limitado a expresar las dudas legales del paso, que había hablado “casi más como juez que como ministro” y que todavía faltaba por conocer la justificación del aplazamiento, si es que se aprueba. “Prudencia”, insistieron.

José Luis Ábalos, ministro de Transportes, fue algo más suave. “No nos parece bien que se vayan haciendo reconsideraciones, aún entendiendo la gravedad”, señaló en la Sexta. Aunque “puede haber razones fundamentadas” para aplazar, continuó, no se puede asegurar que la situación vaya a mejorar dentro de unos meses, porque “la pandemia está oscilando claramente”.  

Diferencias con Euskadi y Galicia

En la Moncloa subrayan las diferencias entre las elecciones catalanas y las vascas y gallegas del pasado 5 de abril, que fueron aplazadas y se celebraron finalmente el 12 de julio. Estas últimas se convocaron antes del confinamiento e iban a celebrarse cuando las salidas del hogar estaban restringidas, explican en el Gobierno. Y fueron sus respectivos presidentes, Iñigo Urkullu y Alberto Núñez Feijóo, quienes disolvieron los parlamentos autonómicos y las convocaron. En el caso catalán, las elecciones vinieron después de que el anterior ‘president’, Quim Torra, fuese inhabilitado por negarse a retirar una pancarta en el Palau de la Generalitat a favor de los presos del ‘procés’. Los partidos en el poder, JxCat y ERC, decidieron entonces no presentar un nuevo candidato. La convocatoria electoral, por tanto, fue “casi automática”. En "rigor", no provino del Govern, y por lo tanto, explican en el Ejecutivo, las facultades del Govern para aplazar los comicios podrían estar más limitadas. 

Si finalmente hubiera consenso este viernes entre los partidos catalanes sobre la necesidad de posponer, como lo hubo en su día en Euskadi y Galicia, concluyen en la Moncloa, la decisión sería “más sencilla”. Pero ahora mismo, el acuerdo de todas las formaciones parece complicado. Los socialistas catalanes ya han dejado claro que están en contra del retraso. En su caso, serían ellos quienes recurrirían el aplazamiento ante el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya, no el Gobierno. “Corresponde al PSC, si es que concluye que debe dar el paso”, explican en el Ejecutivo. Fuentes del partido de Illa y Miquel Iceta, por su parte, dicen que todavía no han decidido qué harán. “No vamos a enseñar nuestras cartas cuando todavía no sabemos a qué estamos jugando. Vamos a esperar a ver qué ocurre en la reunión del viernes”, señalan en la dirección los socialistas catalanes.    

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