Cita con las urnas en Catalunya

El aplazamiento electoral gana apoyo entre los partidos frente al rechazo del PSC

La mayoría de grupos no se opondrán a suspender el 14-F en la reunión del viernes

Los socios del Govern y los socialistas se cruzan acusaciones de "electoralismo"

El líder del PSC, Miquel Iceta.

El líder del PSC, Miquel Iceta. / periodico

Júlia Regué / Xabi Barrena / Fidel Masreal

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El Govern enfila ya el aplazamiento de las elecciones catalanas hasta mayo. Tal como avanzó EL PERIÓDICO este miércoles, JxCat y ERC llegarán a la reunión definitiva de este viernes con los partidos, y a la toma de contacto previa que tendrá lugar este jueves, con la idea de suspender la cita del 14 de febrero ante el avance de la tercera ola del coronavirus. Los socios del Ejecutivo buscan que la decisión sea unánime y la mayoría de grupos parlamentarios apuestan ya, en público o en privado, por posponer los comicios. Todos salvo el PSC, que, junto con patronales y sindicatos, sigue defendiendo con firmeza que se vote el 14-F.

Los socialistas, fortalecidos en las encuestas por el cambio de candidato, se aferran a los escenarios previstos por la Generalitat para decretar una suspensión: el confinamiento total o una restricción absoluta de la actividad social. Ninguno de los dos se da en estos momentos. El PSC considera, pues, que "no hay razones" para decretar un aplazamiento y advierten de que la legislación vigente "no contempla la suspensión de unas elecciones ya convocadas". En cambio, fuentes jurídicas del Govern aseguran que sí hay base legal porque el decreto de convocatoria de elecciones preveía esta eventualidad y no fue impugnado.

Informe de Salut

Los partidos conocerán este jueves el último informe que está elaborando Salut sobre las previsiones de evolución de la pandemia, y con esos datos llegarán a la mesa de partidos del viernes. Si no hay consenso, el Govern tomará la decisión definitiva, que fuentes del Ejecutivo de JxCat aseguran que será posponer la cita con las urnas. El Gabinete en funciones se reuniría de forma extraordinaria para aprobar el decreto de aplazamiento, que debería contener, como exige la oposición para avalar la suspensión, la nueva fecha de las elecciones.

Los socialistas reprendieron de facto al Govern por plantearse fijar una nueva fecha y aparcar la contienda. "Si hay que ir a trabajar, si estamos orgullosos de tener abiertas las escuelas, no nos podemos permitir cerrar los colegios electorales. Como han demostrado muchos países, la pandemia no suspende la democracia", ha defendido el PSC en un duro comunicado, en el que recuerdan que Portugal celebrará elecciones el próximo 24 de enero, y que bajo los estragos de la pandemia del coronavirus se ha llamado a las urnas en países como Estados Unidos, India, Francia, Alemania, Egipto, Croacia o Italia. Pese a ello, fuentes socialistas no se plantean por ahora medidas más drásticas, como una posible impugnación del decreto de aplazamiento.

Curiosamente, la presidenciable de JxCat, Laura Borràs, coincidió con el PSC en el argumento de que muchos países han votado durante esta pandemia, incluso con restricciones "más severas" que las actuales en Catalunya. "Nosotros pedimos tener seguridad sobre el proceso", ha indicado Borràs al ser preguntada por si son partidarios de un aplazamiento o no.

El Govern y las encuestas

El PSC sugiere que en la decisión del Govern de posponer el 14-F se atiende a las encuestas y no a las garantías sanitarias para una votación "segura". Precisamente de eso, de moverse por intereses electoralistas, acusaron JxCat y ERC a los socialistas. En la comparecencia del 'president' en funciones, Pere Aragonès, para dar cuenta de la gestión de la pandemia en la ya disuelta Cámara catalana, la portavoz del Govern, Meritxell Budó, avisó de que si no se logra un "consenso" entre los partidos sobre si se deben posponer o no los comicios, el Govern será quien decida: "Nos debe preocupar la salud de los electores y no el resultado de las elecciones". Una corriente pro-aplazamiento al que también se sumó este miércoles el Síndic de Greuges, Rafael Ribó.

El líder de ERC en el Parlament, Sergi Sabrià, ha acusado directamente al ministro de Sanidad y presidenciable del PSC, Salvador Illa, de "electoralismo" y ha apostado por decidir de forma consensuada la continuidad del proceso electoral "por consenso y sin demagogias ni voluntad de desgastar". "Debe ser el único ministro de Sanidad que pone los intereses electorales de su partido por encima de los colectivos [...] Ya es grave que se vaya a hacer de candidato en plena pandemia, pero es todavía peor que anteponga los intereses partidistas, que haga electoralismo", ha aireado.

En el Parlament, la CUP, en cambio, ha sido la primera fuerza en apostar por un aplazamiento "inmediato" de los comicios, a la que se ha sumado Ciudadanos. Ambas formaciones alegan que la situación epidemiológica por el impacto del covid-19 en Catalunya impide una celebración electoral con garantías. También se inclinan por postergar las elecciones los 'comuns', que abogan por incorporar a los agentes sociales en la decisión final y exigen que se fije una fecha alternativa enseguida. Y fuentes del PPC aseguran que no se opondrán al aplazamiento si los expertos lo recomiendan para garantizar la seguridad de la población.

"Por responsabilidad"

La candidata de la CUP a la presidencia de la Generalitat, Dolors Sabater, ha pedido aplazar las elecciones "de manera urgente por responsabilidad y sentido común" acogiéndose a las predicciones de la Conselleria de Salut, que augura el pico de contagios y de ocupación de las ucis en vísperas del 14 de febrero. En una entrevista en el canal 3/24, Sabater ha asegurado los anticapitalistas son "los primeros interesados" en que los catalanes voten cuanto antes, pero ha subrayado que la salud tiene que pasar por delante de estos intereses. Eso sí, ha criticado al Govern por la "falta de planificación del Govern" en las escuelas, en el plan de vacunación y en la puesta en marcha de la maquinaria electoral.

El presidenciable de Cs, Carlos Carrizosa, ha argumentado que "no se pueden celebrar unas elecciones en las que la gente no pueda votar tranquilamente". En una entrevista en Ràdio 4, ha señalado que "no podemos hacer campaña en el momento álgido de la pandemia y con, probablemente, los hospitales colapsados", una justificación que coincide con la pronunciada el martes por la líder de los 'comuns' Jéssica Albiach. El todavía líder de la oposición ha planteado celebrar los comicios cuando pase la tercera ola de la pandemia y ha apuntado al mes de mayo.