Tras intentar un acuerdo con el PSC

Lliga Democràtica renuncia a presentarse a las elecciones catalanas

La dirección del partido achaca al 'efecto Illa' no haber atado un acuerdo preelectoral con los socialistas para el 14-F

Catalanismo moderado

Catalanismo moderado / periodico

Júlia Regué

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El partido que nació con el afán de unir al catalanismo moderado, Lliga Democràtica, no concurrirá finalmente a las elecciones catalanas del próximo 14 de febrero. La neonata formación negoció con el PSC un acuerdo preelectoral para correr juntos su primera carrera electoral, pero la oferta socialista no les convenció. El 'efecto Illa', señalan fuentes de la dirección, impactó en las negociaciones elevando el precio al pacto porque el PSC se limitó a ofrecer a la Lliga Democràtica dos puestos en su lista sin visualización de su marca y con escasa capacidad de incidencia. Los socialistas, en cambio, sí lograron reeditar su acuerdo con Units per Avançar.

El no haber alcanzado un acuerdo no significa que la formación presidida por la politóloga Astrid Barrio descarte apoyar al PSC sin cargos orgánicos en la papeleta, algo que la cúpula sigue debatiendo, porque consideran que es la única fuerza política "en condiciones de liderar un cambio político" en Catalunya.

En un comunicado, Lliga Democràtica achaca la falta de entendimiento al cambio de candidato en el PSC tras la renuncia de Miquel Iceta en favor del ministro de Sanidad, Salvador Illa, y carga con dureza contra el inmovilismo de los partidos. "La negativa constante de algunas de las formaciones de este espacio político a construir conjuntamente esta alternativa por puro tacticismo partidista pese a los constantes llamamientos públicos a hacerlo, el sectario rechazo por parte de algunas así como la fragmentación creciente" ha impedido una reagrupación, señala el texto.

Lliga Democràtica nació con el propósito de forjar "un frente amplio en forma de coalición que uniese y movilizase todos aquellos partidos, colectivos y personas de tradición catalanista que no se resignasen a una nueva victoria del independentismo en Catalunya y que creyesen que el cambio no es solo deseable, sino que era posible y que estaban descontentos con la gestión de la pandemia".