ESPIONAJE A BÁRCENAS

Fernández Díaz niega que Rajoy o Cospedal le ordenaran una operación ilegal como la 'Kitchen'

Jorge Fernández Díaz da su versión de la operación Kitchen en la Audiencia Nacional

Jorge Fernández Díaz da su versión de la operación Kitchen en la Audiencia Nacional. / periodico

Ángeles Vázquez

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El exministro del Interior Jorge Fernández Díaz ha citado sin que nadie le preguntara tanto al expresidente del Gobierno Mariano Rajoy como a la exsecretaria general del PP María Dolores de Cospedal. Pero para exculparles. Fuentes presentes en la declaración han asegurado que Fernández Díaz negó que ninguno le hubiera instado a poner en marcha la 'operación Kitchen' o cualquier otra actuación ilegal relacionada con el espionaje al extesorero del PP Luis Bárcenas. 

Sostuvo que solo Rajoy habría tenido autoridad para ordenárselo, pero no ocurrió, porque ni siquiera había preocupación con la información que pudiera guardar Bárcenas, que ingresó en prisión en julio del 2013. Para subrayar esa supuesta despreocupación, recordó que además de la 'Gürtel' afectaban al PP otros casos como 'Púnica' o 'Lezo'. Sin embargo, ambos son posteriores en el tiempo.

La estrategia de defensa del exministro pasó por negar la mayor. A diferencia de lo que contó al juez Manuel García-Castellón su número dos, Francisco Martínez, Fernández Díaz dijo ignorar quién era Sergio Ríos, el chófer de Bárcenas que colaboró en el espionaje ilegal a su jefe y todo lo relativo a la 'Kitchen'. El exnúmero dos de Interior había dicho que fue el exministro quien le mencionó por primera vez a Ríos, que colaboró en el espionaje de Bárcenas a cambio de 2.000 euros mensuales procedentes de los fondos reservados.

"Reino de taifas"

El exministro insistió en que se enteró de la 'Kitchen' por la prensa, porque no estaba en el día a día de las operaciones policiales; solo se informaba a través de su equipo de lo que podía necesitar para sus comparecencias parlamentarias.

El juez entonces le señaló que, además de la investigación seguida en la Audiencia Nacional sobre la 'Gürtel', había indicios de que se realizó una paralela pero ilegal para espiar a Bárcenas e intervenirle la información comprometedora que pudiera guardar. El exministro contestó que de ser así, sería una "deslealtad".

El juez ve "deprimente"que ignorara cómo se actuaba en Interior

Era tal el desconocimiento alegado por el exministro que el juez lo llegó a tachar de "francamente deprimente" y señaló que el Ministerio debía de ser "un reino de taifas". Fernández Díaz no le discutió sino que ahondó en esa línea al responderle que incluso se enteró por Rajoy del registro de la sede principal del PP, ordenado por el juez Pablo Ruz en la causa de los papeles de Bárcenas, justo la que se intentó frustrar con el espionaje ilegal al extesorero.

Décimo ministro

En cualquier caso esa ignorancia no fue un impedimento para que Fernández Díaz sacara pecho por haber sido el décimo ministro del Interior, "y el último", con el que actuó el principal imputado en el 'caso Tándem' en el que se investigan las cloacas policiales, José Manuel Villarejo. Añadió que realizó un gran servicio a España en los tiempos del socialista José Luis Corcuera en Interior, circunstancia que le había comentado el exdirector general de la Policía Juan Cotino. De todas formas dijo que solo conocía a Villarejo de un par de actos protocolarios.

Pendiente del teléfono

El exministro se mostró muy dolido con quien fue su número dos por los mensajes sms que este dice que le envió y que, tras ser imputado, llevó a un notario para dar fe de su autenticidad. Como Martínez los borró de su propio teléfono, no constan de otro modo en la causa y Fernández Díaz niega incluso haberlos visto.

Eso motivó que los fiscales Anticorrupción Ignacio Stampa y Miguel Serrano solicitaran al juez que se revisara el móvil del exministro. En caso de que se negara a hacerlo voluntariamente, pidieron que le fuera requisado. Aunque en un primer momento su defensa puso objeciones, Fernández Díaz acabó entregando el aparato, que dijo que era distinto al que tenía en el 2013, pero con el mismo número. 

Así se comprobó in situ uno de los argumentos con los que calificó de "montaje" los sms: que en uno de los mensajes supuestamente remitidos a Martínez se sustituía una "q" por una "k", algo no habitual en los textos del exministro, pero que está lejos de ser concluyente.

De su declaración y de la de su exnúmero dos dependía que el juez imputara a Cospedal y su marido, el empresario Ignacio López del Hierro, como le pidió Anticorrupción. Fernández Díaz exculpó al matrimonio y en la declaración de Martínez ni siquiera apareció la exsecretaria general del PP, lo que parece alejar la posibilidad de que sigan el camino del exresponsable de Interior.