CONVULSIÓN EN LA POSCONVERGENCIA

Artur Mas se aleja de Puigdemont y se queda en el PDECat

Artur Mas y Carles Puigdemont

Artur Mas y Carles Puigdemont / EFE / OLIVIER HOSLET

Daniel G. Sastre

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Después de varios días en los que se sucedían los anuncios públicos de pesos pesados del PDECat de que abandonaban la militancia para alistarse en el partido que está preparando Carles Puigdemont, este martes otro referente de la posconvergencia rompió esa tendencia. Y no se trata de cualquiera: Artur Mas, el expresidente de la Generalitat, de Convergència y fundador del PDECat se quedará de momento en la formación que impulsó y no romperá el carnet.

Mas ha decidido por ahora mantenerse en el PDECat y opta por no sumarse a la formación de Puigdemont, según fuentes del partido. La hostilidad latente entre las dos almas de la posconvergencia salió a la superficie después de que tuvieran lugar dos hechos. El primero, la maniobra de Puigdemont y su entorno para hacerse con la marca 'Junts per Catalunya' mediante un cambio en el registro de partidos. La segunda, la demanda judicial del PDECat contra ese movimiento, que juzgan desleal.

No hay "ningún cambio" en la situación de Mas dentro del PDECat, según esas fuentes, que esperan desde hace tiempo que el 'expresident' rompa su silencio sobre el asunto. La situación es incómoda para Mas, que según su entorno mantiene buena relación con todas las partes en litigio y siempre abogó por una salida pactada que no rompiera el espacio posconvergente.

El goteo de bajas de los últimos días ha provocado que el PDECat haya perdido a un 7% de su militancia, informó la propia formación. Se trata de unos mil asociados que se han pasado al nuevo partido que prepara Puigdemont.

"Proyectos de suma"

El portavoz del PDECat, Marc Solsona, celebró en Catalunya Ràdio que Mas mantenga la militancia. "Siempre ha expresado la voluntad de que él se siente del PDECat. Siempre ha intentado participar en proyectos de suma y, por lo tanto, el hecho de que en este momento complejo se reafirme en la militancia en el PDECat es una buena noticia", dijo.

Mientras que en la formación se felicitaban por la decisión de Mas, la noticia disparaba los cálculos en la nueva fuerza que prepara Puigdemont, obsesionada con desmarcarse de la herencia de Convergència a pesar de que prácticamente todos sus primeros espadas –empezando por el 'expresident'– representaron durante años a ese espacio político.

Puigdemont consumó el lunes su divorcio del PDECat. Lo hizo a través de las redes sociales y minutos después de anunciárselo por teléfono al presidente del partido, David Bonvehí. A Puigdemont, instalado en Bélgica desde octubre del 2017, lo siguieron los presos del partido y casi todos los 'consellers' posconvergentes del Govern: Meritxell Budó, Miquel Buch, Jordi Puigneró y Damià Calvet. De esta forma, el PDECat solo mantiene en el Ejecutivo catalán a Àngels Chacón, que tiene todos los números para convertirse en candidata de la formación a la Generalitat si finalmente las dos formaciones compiten en las elecciones catalanas.

Mientras este martes Budó, portavoz del Govern, trataba de establecer un cortafuegos afirmando que la disputa "no altera la composición" del Ejecutivo catalán, seguía el recuento de fuerzas en otros ámbitos. La goleada a favor del puigdemontismo es total en el Senado –los cinco representantes se han dado de baja del PDECat– y casi en el del Parlament, donde el partido de Bonvehí retiene solo a un puñado de miembros del grupo de JxCat. Pero muchos alcaldes permanecen en la formación, y en el Congreso hay un empate: cuatro diputados son afines a Puigdemont y otros cuatro siguen en el PDECat. Estos últimos podrían multiplicar su trascendencia si deciden hacer política y negociar con el Gobierno los Presupuestos Generales del Estado.