ACTOS INDEPENDENTISTAS DEL 11-S

Una Diada con mascarilla y bajo la lupa

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Daniel G. Sastre

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Escuelas cerradas, campos de fútbol sin público en toda Europa, los 'playoffs' de la NBA desplazados a una burbuja en Disney World, fiestas populares anuladas o aplazadas... El coronavirus ha provocado que, en los últimos meses, los escenarios que habitualmente acogen aglomeraciones de personas se hayan quedado desiertos. Incluso la peregrinación anual a La Meca, obligatoria una vez en la vida para todo musulmán, ha sido suspendida este año. El independentismo catalán también intenta ahormar a las circunstancias la que ha sido su gran cita recurrente en la última década: la de la Diada del 11 de septiembre.

Los organizadores esperaron al máximo para definir las características de la movilización de este año, con la esperanza de que la situación sanitaria se relajara durante el verano. No ha sido así: Quim Torra anunció el lunes que, durante tres semanas, quedaban prohibidas en Catalunya las reuniones de más de 10 personas. "Nos jugamos en las próximas semanas lo que pasará en otoño y en invierno", dijo el presidente de la Generalitat. En esa comparecencia, Torra admitió también las dificultades de organizar una concentración multitudinaria en la Diada como las de los últimos años: "El derecho legítimo de manifestación choca con la reducción de la interacción social. Por esta razón, una manifestación no sería posible".

Las recomendaciones científicas van unánimemente en ese sentido. El jefe de epidemiología del Hospital Clínic, Antoni Trilla, llamó hace unos días a "no manifestarse masivamente". "No creo que la vida de Catalunya ni las reivindicaciones legítimas se vean afectadas si un año no podemos hacer las protestas como las hacemos habitualmente", afirmó. Sin embargo, el equipo de Torra tuvo que aclarar poco después de que hablara el 'president', pensando en la Diada, que las limitaciones para las reuniones de grupos "no afectan al derecho de manifestación, siempre que se ejerza respetando las medidas de distanciamiento, mascarilla e higiene".

Contra viento y marea

La ANC mantiene los actos de la movilización independentista de este año. La presidenta de la entidad, Elisenda Paluzie, dijo el miércoles que solo se plantearían anularlos si Catalunya estuviera en un "confinamiento total". Mientras tanto, sigue afinando la organización: este año se celebrará una manifestación "descentralizada", con al menos 90 puntos de concentración en 62 municipios distintos. Este viernes empezó también la 'Catalan Week', una serie de 20 actos en el extranjero para promocionar la causa independentista.

Paluzie afirma que en las localizaciones catalanas –la mayoría edificios del Estado como delegaciones de Hacienda o tesorerías de la Seguridad Social, pero también estaciones de tren y juzgados e incluso la Universitat de Barcelona– la ANC demostrará su "capacidad de organización", que en esta ocasión se pondrá al servicio de conjugar el derecho a la manifestación con la garantía de que se mantiene la distancia y se usa la mascarilla.

Aún así, la ANC sabe que sus acciones serán observadas con lupa. Este viernes la 'consellera' de Salut, Alba Vergès, pidió a la entidad que tome "las máximas precauciones, como se ha hecho en todos los ámbitos" para preservar la seguridad. "La manifestación o concentración se puede hacer, pero se deben aplicar mucho las medidas de precaución", advirtió la 'consellera', que también instó a los ciudadanos a buscar "un equilibrio" entre el ejercicio del derecho de manifestación y la complicada situación epidemiológica.

Illa pide "sentido común"

Un aviso similar llegó desde el Gobierno central. El ministro de Sanidad, Salvador Illa, pidió a los organizadores "sentido común" y que se respeten las indicaciones sanitarias.

Los partidos de la oposición en Catalunya son más suspicaces. El líder de Ciutadans en el Parlament, Carlos Carrizosa, ha pedido conocer todos los detalles de la autorización del Govern a los actos de la ANC: "Ese aparato de agitación separatista tiene previsto para el 11 de septiembre convocar 90 puntos de concentración, que pueden ser 90 posibles focos de contagio".

El PSC vería "contradictorio" que Torra –que aún no se ha pronunciado– o los 'consellers' participaran o animaran a participar en las manifestaciones después de hacer "llamamientos a no hacer reuniones más allá del núcleo de convivencia". 

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