OTOÑO DEL 2017

CaixaBank y Banc Sabadell defienden el traslado de su sede social y niegan presiones

Josep Oliu declara ante la comisión del 155 en el Parlament

Josep Oliu declara ante la comisión del 155 en el Parlament / periodico

Júlia Regué

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El presidente de la Fundació Bancaria La CaixaIsidre Fainé, el presidente de CaixaBankJordi Gual, y su homólog en el Banc SabadellJosep Oliu, han defendido este martes en la comisión de investigación sobre el artículo 155 de la Constitución en Catalunya la decisión de trasladar sus sedes sociales fuera de Catalunya en otoño del 2017 y han negado haber recibido presiones para tomar esta decisión.

"En ningún momento recibimos presión política alguna. Somos una entidad absolutamente profesional y la decisión dolorosa se tomó con el objetivo de proteger el trabajo de los empleados, los ahorros de los clientes y al inversión de los accionistas", ha espetado Gual, y ha justificado la mudanza de la sede social de CaixaBank a Valencia como garantía de "continuidad de la actividad económica" frente a una situación de vulnerabilidad con "inseguridad jurídica y dobles legalidades que crean pánico". En esta dirección, ha negado haber formado parte de algún "complot o estratagema". 

A esta comisión no acude ningún diputado del PSC, Cs y PPC, por lo que en la sesión de este martes sólo han participado cinco diputados en representación de JxCat, ERC, CUP y 'comuns'. Tras ser preguntado por los parlamentarios, Oliu ha insistido en que el traslado "no fue por razones políticas, sino puramente técnicas", en el marco de un "contexto social convulso con incertidumbre e inquietud por el movimiento de saldos" que "obligó" a llevar la sede social del Banc Sabadell a Alicante.

Tanto Oliu como Fainé y Gual han defendido el traslado como fruto de una "percepción" de la ciudadanía que llevó a los clientes a retirar depósitos por miedo a que Catalunya quedara fuera de la Unión Europea con el anuncio de una declaración unilateral de independencia.

"[El cambio de sede social] era lo que más garantizaba la estabilidad de nuestros depositantes. Ante una inquietud real o percibida, real o imaginaria, tomamos una decisión, para mí extraordinariamente difícil y lamentable, pero no recibimos presiones ni de la Corona ni del Gobierno, fue una decisión tomada al margen", ha apostillado Oliu. "La sensación de que no sabíamos lo que pasaría la día siguiente fue generalizada, la población no sabia que ley se aplicaría y tuvo miedo. Y lo que hizo es retirar el dinero del banco o procurar que estén en un sitio en el que no hubiera riesgos", ha añadido Gual.

Riesgo "grave" de liquidez

Según han explicado, Banc Sabadell detectó que la primera semana de octubre los clientes retiraron 4.600 millones de euros, mayoritariamente del sector privado, de los cuales el 57% de ellos eran clientes catalanes y el 43% del resto de España. Por su parte, CaixaBank diagnosticó que en estos mismos días, justo después de la celebración del referéndum del 1-O, los clientes retiraron 7.000 millones de euros, también mayoritariamente de agentes privados. Una situación que generaba "un riesgo grave de liquidez" a estos los dos bancos.

"Teníamos que actuar radicalmente para cortar este proceso exponencial", ha apuntado Gual, y ha añadido que el banco tenía que trasladarse para garantizar que no quedaba fuera de la zona euro, un trámite que fue posible al "aprovechar" el real decreto del Gobierno de Mariano Rajoy que habilitada este tipo de decisiones. En cambio, Oliu ha negado haber tenido conocimiento de este decreto antes de tomar su decisión.

Sea como fuere, tanto CaixaBank como Banc Sabadell aseguran que pudieron recuperar la "estabilidad" al cerrar los resultados anuales y evitar una fuga de inversores internacionales. Gual ha incidido en que la convocatoria electoral en Catalunya también allanó esta normalización de los flujos de ahorros. Ni CaixaBank ni Banc Sabadell han mostrado intenciones de devolver la sede social a Catalunya.

En alerta desde el 2014

El presidente del Banc Sabadell ha afirmado que, desde el 2014, había alertado al entonces 'president' Artur Mas de los peligros de poner en duda la legalidad vigente y que la decisión fue "puramente técnica" sin interferencias políticas. Asimismo, ha revelado que comunicó su decisión personalmente al exministro de Economía, Luis de Guindos; al 'expresident' Carles Puigdemont; al 'exvicepresident' y 'exconseller' de Economia, Oriol Junqueras; a la expresidenta del Parlament, Carme Forcadell; y que telefoneó a CaixaBank. 

Banc Sabadell fue la primera gran empresa del Ibex en llevarse la sede social a otra comunidad autónoma, una decisión que se materializó el 5 de octubre de 2017 con la mudanza a Alicante. El consejo de administración de CaixaBank acordó el traslado a Valencia al día siguiente, el 6 de octubre.