ELECCIONES GENERALES 10-N

Resultados área de Barcelona: El PSC no se destiñe en la zona metropolitana

Un ciudadano deposita su voto en una urna.

Un ciudadano deposita su voto en una urna. / periodico

Víctor Vargas Llamas

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Concluido el prelavado a máxima temperatura para volver a tratar la mancha que no salió en la última colada electoral y completada la intensa fase de la campaña centrifugadora, era momento de colgar la ropa y comprobar la estampa del tendedero de la Barcelona metropolitana. En la azotea de la conurbación barcelonesa refulge el rojo del PSC con la intensidad habitual, con un leve descenso que no impide que aún se lleve al zurrón uno de cada tres votos en buena parte de las ciudades más pobladas, como L'Hospitalet, Cornellà y Santa Coloma de Gramenet. 

Un dominio que también se produce en localidades de la segunda corona barcelonesa, si bien con las fuerzas más repartidas. Lo hace en Mataró, con el 23% de votos, y las cocapitales del Vallès Occidental, donde el socialismo cosecha un 22,6% de apoyos en Terrassa y casi el 24% en Sabadell. Hay que ir hasta el Garraf, para encontrar la excepción en Sitges, la única de las grandes urbes del entorno metropolitano que se consagra al lila de En Comú Podem, con un 23,35% y un pequeño retroceso de dos puntos porcentuales respecto a los comicios generales de hace siete meses.

El morado parece lejos de ser una tendencia de moda y se consolida como la segunda referencia electoral en un buen puñado de poblaciones metropolitanas, con porcentajes que se sitúan en una horquilla que va del 16% al 19%, como en Esplugues, L'Hospitalet o Badalona, donde recortan distancias con  los socialistas.

Del verde al amarillo

La pujanza de Vox alcanza asimismo a la conurbación barcelonesa, duplicando los registros del 28-A, pero con resultados de entre el 6% y el 8% no pasa de ser la quinta o la sexta fuerza más votada. Y aunque siguen muy alejados de poder condicionar la disposición cromática, también aquí adelantan a Ciudadanos por la derecha en la mayoría de estas circunscripciones. El naranja también es el color más difuminado de esta colada electoral metropolitana, como han dado buena cuenta entre las filas del PP, el otro gran beneficiado de su debacle, al cosechar subidas que van del 50% a casi duplicar resultados en Cornellà (de 3,7% a 7,05%).

Entre el amarillo soberanista, ERC clava sus guarismos de siete meses atrás en la mayoría de municipios, lo que le permite seguir como tercera fuerza en discordia en numerosas plazas. Peor suerte corre JxCat, muy alejada otra vez de los puestos de cabeza con la excepción de ciudades como Mataró, Sabadell y Terrassa, donde el apoyo de entre el 10% y el 11% le aúpa hasta la cuarta posición.