Marchena advierte de que solo dos jueces del TS podrían juzgar a Puigdemont

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Ángeles Vázquez

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El presidente del tribunal que juzgó el 'procés', Manuel Marchena, ha hecho este miércoles el preceptivo 'examen' para renovar su cargo al frente de la Sala Segunda del Supremo. En su intervención no ha podido evitar referirse a la sentencia del 'procés' e incluso advertir del riesgo que prevé ante un futuro juicio del expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont una vez sea puesto a disposición de la justicia española. 

Se refiere a que solo los dos más modernos de la Sala Segunda del Supremo, Eduardo de Porres y Susana Polo, no han intervenido de ninguna manera en el juicio que ha concluido en la condena a penas de entre 9 y 13 años de prisión a los líderes del 'procés', por lo que serían los únicos que podrían juzgarle en caso de que Bélgica acceda a la última petición de entrega española.

Señaló que "hay jurisprudencia que dice que la Sala que ha enjuiciado a unos participantes puede valorar el fragmento referido a uno o dos de los protagonistas" cuando estos huyen y son puestos a disposición de la justicia española con posterioridad. En su opinión, "en otro tipo de juicio puede ser", pero en el 'procés', haber "valorado el testimonio de 500 testigos, revisado metros cúbicos de documentación" y dictado la condena les "sitúa en una posición difícil" para "volver a enjuiciar los mismos hechos".

Solo dos

Marchena ha dicho ante la Comisión de Calificación del Consejo General del Poder Judicial que 13 de los 15 que integran la Sala Segunda ya habían tenido relación con el procedimiento. En realidad son 14: los siete del juicio, que también resolverán los incidentes de nulidad de actuaciones anunciados por las defensas; los cuatro (tres más el que sustituyó a uno que enfermó) que resolvieron los recursos contra la instrucción del juez Pablo Llarena, el exfiscal General del Estado Julián Sánchez Melgar (que se apartó cuando volvió al Supremo) y Carmen Lamela (instructora del caso en la Audiencia Nacional.

La situación de la Sala Segunda cambiará en breve, porque se tienen que cubrir las plazas de dos de esos magistrados, Luciano Varela y Alberto Jorge Barreiro, recientemente jubilados. El primero formó parte del tribunal y el segundo, de la sala de apelación. Con ello ya habría cuatro sin contaminar, el resto hasta reunir el número necesario para juzgar los hechos se cubriría con magistrados de otras Salas, preferentemente de la de lo Militar, por ser los más relacionados con el Derecho Penal.

Lamentar las "filtraciones"

En cuanto a las informaciones que el sábado adelantaron el contenido de la sentencia, Marchena explicó que en un primer momento había habido "pronósticos sobre el fallo, que luego se han confirmado" y después "informaciones más correctas" que quiere entender que proceden de "datos obtenidos a través de terceras personas a las que se comentaba en confianza un determinado extremo y que permiten una información ya concreta sobre la sentencia". Destacó el "esfuerzo deliberativo" y destacó que el secreto no se había roto hasta el final, cuando prácticamente habían concluido. 

Tras avalar el derecho a la información, Marchena se refirió a lo ocurrido como "un mal al que hay que hacer frente de alguna manera". No desaprovechó la oportunidad de recordar que desde los sentores que más han criticado el adelanto del fallo ni mencionaron cuando se 'hackeó' su correo electrónico.