Josep Mayoral: "Mi proyecto es de ciudad, no de partido"

EL PERIÓDICO inicia con Josep Mayoral una serie de entrevistas a alcaldes catalanes que afrontarán en septiembre un nuevo curso político después de haber superado las elecciones municipales del 26 de mayo. En las conversaciones se abordan los retos locales y también el estado de la relación entre Catalunya y el resto de España. 

Josep Mayoral i Antigas (Granollers, 1954) acumula 31 años en el consistorio de Granollers, los 15 últimos como máxima autoridad de la ciudad. Figura histórica del socialismo catalán, partido que ayudó a fundar, presume de ser hijo de panadero, por eso no le afecta "el calor del verano como a los demás”. EL PERIÓDICO le entrevista sobre los grandes retos de la capital del Vallès Oriental.

-En las pasadas elecciones se especuló con que iba a poner fin a su trayectoria municipal. 

-El pasado septiembre me planteé esta pregunta, pero existen una serie de elementos decisivos que hicieron decantar la balanza.

-¿Cuáles son?

-La construcción de un centro de radioterapia y una residencia geriátrica pioneros en la región; el compromiso de co-organizar el Mundial de Balonmano Femenino del 2021; y consolidar la Red de Alcaldes por la Paz en Europa. Todos ellos configuran los motivos por los cuales yo tomé la decisión de presentarme.

-Ha sido elegido por mayoría absoluta por cuarta vez consecutiva. ¿Qué lectura hace de eso?

-No hago lecturas. Este es un proyecto político basado en el diálogo con la ciudadanía, en alcanzar compromisos y hacer de la suma y de la gobernanza compartida un elemento clave para liderar Granollers. Es un proyecto de ciudad, no de partido.

-Resumidamente, ¿cuáles son los grandes retos de ciudad para este mandato?

-Nuestro proyecto político se basa fundamentalmente en un precepto básico: la lucha contra la desigualdad. En Granollers significa reducir la tasa de 3.500 parados; consolidar la convivencia, el civismo y la cohesión; tener unos servicios óptimos y de calidad; dinamizar la economía en una ciudad industrial como la nuestra; y estar presente en el debate internacional. Porque el futuro de nuestro planeta pasa por municipios trabajando en red. 

-Las infraestructuras son uno de los retos históricos del municipio y parece que el desdoblamiento de la R3 va a cámara lenta.

-El proyecto estuvo parado, pero ahora ya tenemos aprobada una primera fase entre Parets del Vallès y la Garriga, que esperamos verla hecha en unos dos o tres años. También se están iluminando algunos pasos a nivel y hemos consensuado con el Ministerio de Fomento la reforma de la estación Granollers-Canovelles. Pero no nos conformamos. Esta línea tiene que desdoblarse como mínimo hasta Vic. 

-¿Alguna otra petición a Fomento?

-La unión entre la R4 y la R8, porque permitiría conectar el Vallés Oriental y Occidental en tren. Es decir, ir de Granollers a Terrassa directos. Nos parece trascendental porque reduciríamos drásticamente los desplazamientos en coche. Conseguimos que la idea estuviese en el Plan director de infraestructuras de la Generalitat pero la competencia es del Estado.

-Granollers ha recibido 1,3 millones de fondos europeos para instalar calefacción a través de biomasa en equipamientos públicos. ¿Qué otras medidas tomará contra la contaminación?

-Granollers ha liderado el proceso contra el cambio climático con un gran acuerdo con 17 municipios del Vallès Oriental. Tenemos en marcha el programa de peatonalización, el incremento y mejora de transporte público y la generación de energía a través de biomasa. Pero no es suficiente. Reclamamos una estrategia que vaya más allá del área metropolitana. Necesitamos más ciencia, más medios y tener una posición de igual a igual con la Generalitat para establecer estrategias comunes.

-Tras tantos años siendo alcalde, ¿le queda alguna ‘espina clavada’?

-Me quedan mil. Y cada vez que das un paso para mejorar, te salen más cosas que requieren un esfuerzo. La ciudad es un ser vivo que necesita atención continua y mi equipo tiene claro que cada día es un reto.

-Más allá de lo local, usted se ha mostrado contrario a la DUI pero también a la aplicación del artículo 155. ¿Se considera una figura díscola dentro del socialismo?

-No me lo considero ni me lo planteo. Milito desde hace años en el partido que contribuí a fundar cuando era muy joven, en plena clandestinidad. Es un partido que hace de la libertad, la igualdad y la justicia social su centro. Ese es el proyecto en el que creo y he agradecido mucho el respeto que siempre he tenido dentro del partido.

-Pero ha propuesto a los alcaldes del Vallès Oriental hacer un "frente unitario" por la libertad de los políticos y líderes sociales presos. ¿Por qué?

-No tiene ningún sentido que haya políticos y líderes sociales en prisión preventiva teniendo que esperar la sentencia en la cárcel. Reclamamos un trato justo y así nos hemos manifestado. He tenido la oportunidad de hablar con Oriol Junqueras y Raúl Romeva y deseo que la sentencia contribuya a la solución del problema y no a crear más conflicto. La solución debe pasar por la política y no se podrá hacer con políticos y líderes sociales en la cárcel, aunque todo el tema tenga una esfera judicial innegable.

-Para acabar, y ya sobre política española, ¿qué lectura hace de que, en el debate de investidura, Pedro Sánchez no mencionase prácticamente a Catalunya?

-Creo que el encaje Catalunya-España es uno de los problemas políticos más importantes y actuales; es un tema que hay que afrontar.