JUICIO DEL 'PROCÉS'
La defensa trae al juicio del 'procés' las agresiones policiales del 1-O
Una vez concluidos los vídeos de las acusaciones llegó el turno a los de las defensas. Y con ellos, la polémica actuación policial del 1-O volvió al juicio del 'procés'. El agente que en el colegio Pau Claris salta con una patada de kárate sobre la gente sentada en unas escaleras; los porrazos que dieron, incluso en la cara, algunos de sus compañeros en Escolas Pías. Se trata de conductas, fácilmente encardinables en los abusos policiales, que se investigan en el Juzgado de Instrucción número 7 de Barcelona, pero que las defensas querían exhibir en el juicio que se sigue en el Tribunal Supremo desde casi el principio de las sesiones.
Los abogados defensores trataron de exhibir las grabaciones a medida que declararon los testigos: los suyos, víctimas de las defensas de los agentes, y los de las acusaciones, los guardias civiles y policías que denunciaban haber visto odio en las caras de los que se oponían a su actuación en colegios el 1-O y durante los registros del 20 de septiembre de 2017 que realizaron por orden del Juzgado de Instrucción número 13 de Barcelona.
Los letrados querían que se identificara a los autores de los supuestos abusos, pero el presidente del tribuna, Manuel Marchena, lo impedió para evitar discusiones sin trascendencia jurídica y pospuso cualquier exhibición a la prueba documental. De ahí que durante al menos dos días completos se están viendo grabaciones en el juicio.
Otras movilizaciones
El que más ha sorprendido, como es habitual, ha sido el abogado del 'exconseller' de Interior Joaquim Forn, Javier Melero, que ha optado por un único vídeo con imágenes de agresiones a los policías, pero ninguna del 1-O, sino del cerco al Parlament, en 2011, cuando se iban a votar los recortes presupuestarios de la crisis; de Gamonal, en Burgos, cuando los vecinos protestaron contra un plan urbanístico, y de varias manifestaciones en Madrid, como la de Rodea el Congreso, contra la ley mordaza y las marchas por la dignidad, en 2014.
En el caso de Andreu Van den Eynde, en nombre de Jordi Sànchez, sus vídeos incluyeron las escenas más violentas de los colegios de Barcelona, con brechas con sangre en la cabeza y moratones en la cara, aunque también otras. En ellas se niega en entrevistas que el movimiento catalán sea violento o se oye a ciudadanos expresarlo a su manera. "¿Cómo queréis que yo me sienta español? A mí me duele España", grita un señor de edad avanzada, parafraseando a Miguel de Unamuno, a una fila de agentes que se mantiene impasible. Tampoco se les ve hacer mucho en otra escena en la que cogen por las axilas a otro señor mayor bajo una lluvia de insultos como "hijos de puta", "ahora a cantar el Cara el Sol" o iros "a la Meseta".
Son esas grabaciones que no se entiende bien por quá la incluyó el letrado, al igual que otras de la fiscalía, como una en la que también se vio una cabeza abierta y nada más que zarandeo del agente que llevaba la cámara. De hecho ha habido alguno que este jueves no se ha visto en la sala porque ya se vio ayer.
Por su parte, la abogada del Estado ha aprovechado sus últimos vídeos para acreditar cómo la resistencia ante al actuación en los centros de votación fue organizada, con lecciones sobre cómo impedir que entraran en el edificio y cómo proteger las urnas.
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