Cs da el sorpaso y adelanta al PP como segunda fuerza en Andalucía en las generales

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Julia Camacho

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Los cuatro meses de gobierno de derecha y ultraderecha no han tenido continuidad en Andalucía en las generales, y el PSOE se ha impuesto con un 34,26% de los votos y 24 escaños. Pese a los mensajes de “estabilidad” y “cambio real” de la última semana, los andaluces han dado la espalda a la fórmula PP-Cs y las salidas de tono de Vox, que condiciona su apoyo a los presupuestos a la supresión de las ayudas contra la violencia de género para validar el próximo presupuesto. La sorpresa, no obstante, viene de la formación naranja, que da el sorpasso a los populares y se erige en segunda fuerza, aunque empatadas a 11escaños.

La participación del 73,3% supera a anteriores citas: siete puntos más que en 2016 y 15 más que en las autonómicas de diciembre, confirmando que en diciembre hubo hartazgo y desmovilización del votante de izquierdas. De hecho, la campaña de Susana Díaz recupera los 400.000 votos perdidos entonces y atrae a indecisos y nuevos votantes, doblando en votos al PP: 1.555.198 apoyos frente a 779.231 al 99,35 por ciento del escrutinio.

Los populares, que se impusieron por la mínima en 2016 con 23 escaños frente a los 20 del PSOE y una diferencia de 2,3 puntos, se convierten así en la tercera fuerza con el 17,16% de los votos. Pierden 12 diputados y 647.00 votos, un resultado muy alejado del techo histórico de 2011, cuando Mariano Rajoy y Javier Arenas lograron 33 escaños, ocho más que el PSOE. El escenario ahora es distinto por la irrupción de nuevas formaciones, pero tampoco nunca se había contado con el viento a favor de la Junta de Andalucía. De nada ha servido, y el PP de Juan Manuel Moreno ha bajado hasta datos que no se veían desde 1989, justo tras la refundación del PP, aunque mejora los resultados de Pablo Casado.

En el lado opuesto destaca Ciudadanos, que pasa de 7 a 11 escaños (17,7% de los votos) y logra 803.732 apoyos, 225.000 más que en 2016. Los naranjas parecen no sufrir castigo por aliarse primero con el PSOE y después formar gobierno con el PP. Pero por donde más se desangra el PP es por su derecha. Vox irrumpe con 6 escaños (13,37%) por todas las provincias salvo Jaén y Huelva, y obtiene 599.000 votos más que los pírricos 8.000 apoyos de hace cuatro años.

Unidas Podemos continúa su descenso y pasa de 11 a 9 escaños (14,25%). Con la líder regional de baja maternal, renunciaron a hacer campaña y descargaron todo el peso en IU y Alberto Garzón. Recuperan levemente el apoyo respecto a las autonómicas, pero se dejan 145.000 votos frente a las generales de 2016.