Sánchez, a Rivera: "Huele a la naftalina de la ultraderecha"

Sánchez a Rivera: "Se ha puesto una chaqueta que huele a naftalina, la de la ultraderecha"

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Pilar Santos / Juan Ruiz Sierra

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En la primera sesión de control tras el anuncio del adelanto electoral, los dirigentes de los principales partidos políticos han aprovechado para marcar perfil y subrayar sus diferencias ante la pugna del 28 de abril. El jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, se ha defendido de los ataques que le han llegado desde el PP y Ciudadanos. A Pablo Casado le ha afeado sus "insultos" ante la falta de "razones" y "argumentos" y a Albert Rivera le ha recordado la fotografía de la plaza de Colón, junto a Vox: "Debe de tener un armario lleno de chaquetas. Usted un día se pone la chaqueta de supuesto liberal y, otro, una que huele a la naftalina de la ultraderecha". 

Casado ha centrado su pregunta en las supuestas "cesiones" del Gobierno a los independentistas. "Nadie hizo tanto daño nunca a España en tan poco tiempo", ha denunciado. El líder del PP ha pedido que, después de conocer que "su primera decisión" al llegar a la Moncloa fue cambiar el colchón (revelación del libro de Sánchez), le ha reclamado que vaya tomando "la última": "Empaquete el colchón porque saldrá de la Moncloa en dos meses". 

En su turno, Rivera ha intentado preguntar al dirigente socialista por su posición ante los posibles indultos de los que habló la delegada del Gobierno en Catalunya, Teresa Cunillera, y el jefe de filas del PSC, Miquel Iceta. Pero Sánchez no ha entrado en esos dos asuntos, porque no era la pregunta escrita que el partido de origen catalán había registrado en el Congreso. El jefe del Ejecutivo le ha invitado a volver a tomar la palabra al dirigente de Ciudadanos, que le ha dicho que si no responde es porque piensa que necesitará pactar con ERC y PDECat tras las elecciones del 28 de abril. Rivera se ha comprometido a no indultar a los dirigentes soberanistas que están siendo juzgados en el Tribunal Supremo y ha proclamado que si entró en política fue para evitar que haya presidentes como él, que son, a su juicio, un "chollo" para los que quieren romper España. 

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Sánchez ha aprovechado para comentarle cara a cara lo que piensa del veto que los naranjas decidieron el pasado lunes en su reunión del comité ejecutivo: Ciudadanos decidió no pactar con el PSOE en los comicios de primavera. "Va a poner al PSOE un cordón sanitario, un partido que lleva 140 años sirviendo a España", se ha quejado el secretario general de los socialistas. "No solo me excluye a mi persona y a mi partido, sino a millones de personas que creen en el PSOE", ha continuado antes de criticarle por sus cambios de opinión y recordarle la concentración de Colón, donde Rivera se fotografío junto a Casado y también Santiago Abascal, líder de Vox. 

De "golpistas" y "fascistas"

Las preguntas a Carmen Calvo, justo después, han discurrido por un cauce algo menos bronco. Catalunya ha copado también el turno de la vicepresidenta. Primero, con la portavoz del PP, Dolors Montserrat. Después, con el de ERC, Joan Tardà. Para la conservadora, el Gobierno ha cedido ante los independentistas, convirtiendo a los españoles en "rehenes". Para el republicano, al contrario, el Ejecutivo no ha hecho nada frente al problema político. 

"¿Cuándo se dio cuenta de que los independentistas le iban a pedir la independencia?", le ha preguntado Montserrat, exministra de Sanidad, a Calvo.

"El mismo día que usted. El 1 de octubre del 2017, estando usted sentada en el Gobierno y consintiendo un referéndum ilegal", ha contestado la vicepresidenta.

A partir de aquí, la portavoz del PP ha acusado al Ejecutivo de cometer "la mayor deslealtad en estos 40 años de democracia" al sentarse con el 'president', Quim Torra, y aceptar un relator en el diálogo con Catalunya, una figura que después retiró al rechazar ERC y el PDECat los Presupuestos.   

"Diga aquí, donde está toda España, un hecho jurídico que avale la sarta de mentiras ignorantes con las que ustedes confunden a los españoles. Salgan de la mentira y de la ignorancia suprema con la que ustedes ejercen constantemente la crispación", ha dicho Calvo.

Tardà no ha comenzado dirigiéndose al Gobierno, sino a Rivera, que poco antes había llamado "golpistas" a republicanos y posconvergentes. "Como autodefensa democrática, le digo: Es usted un fascista, señor Rivera", ha dicho el dirigente de ERC, que después, en un tono conciliador, ha argumentado que tras las elecciones generales del 28 de abril, si los socialistas siguen gobernando, tendrán que volver a sentarse con la Generalitat, porque la única alternativa al "diálogo" es el "desastre".

El Gobierno no ha recogido el guante. Tras varios meses tendiendo puentes con el independentismo, el Ejecutivo ha pasado el ataque, identificando a republicanos y posconvergentes con el PP y Cs, con el rechazo a los Presupuestos como denominador común. "Han acabado votando con los mismos intereses de la ultraderecha para parar a este Gobierno", ha dicho Calvo a Tardà.  

A vueltas con el colchón

A la salida del hemiciclo, Pedro Sánchez ha tenido que enfrentarse a las preguntas con sorna de los periodistas. "¿Cree que tendrá un colchón suficiente de diputados tras las elecciones del 28 de abril?", ha sido una de las más sonadas y que ha hecho reír al propio presidente. La cuestión hace referencia a uno de los fragmentos más comentados en las últimas horas del libro publicado por Sánchez, 'Manual de resistencia'. En las primeras páginas reconoce que su primera decisión al frente del Ejecutivo fue cambiar el colchón de la Moncloa y ya todo apunta que la anécdota quedará en el imaginario colectivo de los españoles. -- M. Á. RODRÍGUEZ