NUEVA ETAPA

PP y Cs gobernarán Andalucía gracias a la ultraderecha

Acuerdo del PP con Vox que permitirá la investidura de Juanma Moreno

Los secretarios generales del PP, Teodoro García Egea, y de Vox, Francisco Javier Ortega Smith, estrechan las manos delante de los líderes andaluces del PP, Juanma Moreno y de Vox, Francisco Serrano, durante una reunión esta tarde en el Parlamento de Andalucía para firmar el acuerdo. / periodico

Pilar Santos / Julia Camacho

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El PP y Ciudadanos gobernarán la Junta de Andalucía gracias al apoyo externo de Vox, la formación de ultraderecha que en las elecciones autonómicas del 2 de diciembre logró 12 diputados. Esos escaños eran claves para que el tridente de derechas consiguiera expulsar a los socialistas del Palacio de San Telmo después de 36 años y, pese a los órdagos de los ultras estos últimos días, los populares consiguieron que los de Santiago Abascal acabaran cediendo y garantizaran su apoyo a la investidura de Juan Manuel Moreno.

"Se abre una nueva página en la historia de Andalucía después de 40 años de monopolio del PSOE", dijo, satisfecho, el futuro candidato a la presidencia. Lo afirmó minutos después de que la prensa conociera el documento firmado por el PP y Vox para garantizarle el respaldo de los populistas "en primera votación". En ese documento, de 37 puntos, los ultras no incluyeron algunas de las demandas más controvertidas que habían dejado por escrito solo 24 horas antes. En el pacto con los populares no aparecen la derogación de violencia de género ni la de igualdad ni tampoco la que protege al colectivo LGTBI. Sí se incluye la creación de una Consejería de Famlia y el objetivo de promover una "ley de concordia" que sustituya a la de memoria histórica, una propuesta esta última que el PP empezó a defender hace cuatro meses.

En el acuerdo tampoco se exige la expulsión de los 52.000 inmigrantes 'simpapeles' que, según Vox, se encuentran en Andalucía. En este asunto, lo que ambos han dejado por escrito ("y es lo que vale", apuntan desde Génova), es "cumplir con la legislación vigente en materia de inmigración, evitando (...) el 'efecto llamada'" y combatiendo "las mafias que trafican con personas". También reclaman que la inmigración sea "ordenada, legal y respetuosa", vinculada al mercado laboral y respestuosa con la "cultura occidental". "Cosas normales y que forman parte de nuestro discurso habitual", añaden fuentes de la dirección del PP. El resto del documento, además de guiños que se puede arrogar sobre caza y tauromaquia, son medidas sobre la creación del empleo y fiscales, en consonancia con las prioridades de populares y de Ciudadanos. 

"Dijimos que no seríamos ni un obstáculo para el cambio ni la alfombra de otros", escribió Abascal en Twitter. Pese a esa supuesta alegría, Vox no ha conseguido ninguna foto de Ciudadanos, como exigió tras quejarse de que los naranjas los "desprecian", ni que el PP se comprometa a anular las leyes que reclamaba.    

Conato de rebelión interna

El presidente del PP, Pablo Casado, podría llegar a la convención nacional de su partido, el día 18, con Moreno ya como presidente. Quién se lo iba a decir hace unas semanas cuando veía a Moreno como un hombre de Soraya Sáenz de Santamaría, su rival en las primarias. No habría tenido remilgos en destituirle si no hubiera tenido opciones de gobernar la Junta

Además, Casado ha evitado el conato de rebelión que se empezó a desatar en sus filas, con barones incómodos con las posibles cesiones a Vox, un competidor claro para los populares en las elecciones municipales, autonómicas y europeas del 26 de mayo. Este miércoles, a lo largo de la mañana, cuando los populares y los ultras negociaban la investidura, el presidente del PP vasco, Alfonso Alonso, y también el jefe del Ejecutivo de Murcia, Fernando López Miras, mostraron su desacuerdo por el acercamiento al partido de Abascal. También la presidenta del Congreso, Ana Pastor, advirtió de que no se podía dar ni un paso atrás en la protección a las mujeres. 

La ronda de contactos

El cambio de tercio de Vox pudo llegar al ver que Adelante Andalucía daba marcha atrás a su intención de buscar un candidato de consenso con el PSOE y que podían acabar apoyando a la socialista Susana Díaz a la investidura. Con ese respaldo y la negativa de Vox a apoyar a Moreno, la presidenta de la Cámara, Marta Bosquet (Cs), se habría visto en la tesitura de tener que plantear la candidatura del bloque de izquierdas.

Una vez amarrado el voto de los ultras, la ronda de contactos de Bosquet con los portavoces de los partidos será, por tanto, un mero trámite. Este jueves se reunirá con todos ellos y a media tarde anunciará formalmente cuál es el nombre que más probabilidades tiene de salir adelante. Su intención es reunir el viernes a la Junta de Portavoces para ya dar a conocer la fecha del debate de investidura. Según deslizó, su intención es celebrarlo lo antes posible, la próxima semana. De esa manera, Moreno podría acudir a la convención nacional del PP como jefe del Ejecutivo.

El otro pacto con Cs

De forma paralela, fuentes del PP y Ciudadanos confirmaron que deben continuar con las reuniones para terminar de perfilar la estructura de Gobierno, en el que Vox rechazó entrar desde el inicio. La Administración contará con 10 u 11 consejerías, frente a las 13 actuales, ya que ahora hay que encajar la de Familia que reclama Abascal. La vicepresidencia será para Juan Marín, el líder de Ciudadanos, partido que dirigirá el departamento de Economía y, probablemente, asumirá también competencias de regeneración democrática. 

Los naranjas celebraron el "día histórico" y subrayaron en un comunicado que ellos solo se han comprometido con las "90 medidas programáticas" que acordaron con el PP y que ambos dieron a conocer hacer unas semanas. "Ese ese el único programa de Gobierno y al que responderá Ciudadanos", subrayaron en un intento de mantener la distancia con Vox por miedo a ver estropeada su imagen de partido centrista.