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Alejandro Fernández cree que Torra alentará una "insurrección" tras la sentencia del 1-O

DEBAT  PARLAMENT DE CATALUNYA   Alejandro Fernandez

DEBAT PARLAMENT DE CATALUNYA Alejandro Fernandez / Guillem Roset

Júlia Regué

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El presidente del PPCAlejandro Fernández, ha tratado de seducir este martes a los socios del Círculo Ecuestre de Barcelona para recuperar una confianza que se vio truncada con la debacle electoral del 21-D. Luciendo dotes de buen orador, ha pronunciado un discurso calibrado, ofreciéndose como salvaguarda de sus intereses y como muro de contención contra el "engaño" que a su juicio ofrecen formaciones que insisten en el diálogo con el independentismo, en alusión a los socialistas, y otras que ve "socialdemócratas", ha dicho señalando a Ciutadans

Con esta diagnosis, se ha erigido como el elegido para "resucitar el centro derecha" y ha dibujado al independentismo como un "populismo de manual", con "retorica caudillista" y "vocación insurreccional": "La CUP tiene cuatro diputados pero no les hace falta mas porque han tenido la suerte de que Carles Puigdemont y Quim Torra hagan de 'cuperos' sin tener el carnet de la CUP y eso ha provocado tres años de parálisis absoluta", ha apostillado. "Estamos viviendo una catástrofe episódica", ha añadido, y ha advertido de que "cuando llegue la frustración ya tendrán el combustible victimista populista para lanzar un nuevo y feroz ataque". "Lo han intentado ensayar sin éxito este octubre lo intentaran después de la sentencia", ha alertado, y ha asegurado que no se sentará a negociar con Torra porque es "imposible": "Dice 'toma esto y trágatelo entero' y no lo pienso hacer". 

Ante esto, les ha alentado a levantar la voz para evitar que el "método José Luís Rodríguez Zapatero vuelva". A su juicio, PSC, ‘comuns’ y ERC tratan de "resucitarlo diciendo que Catalunya es un sujeto político propio", con el afán de "reeditar el tripartito". "Solo nos falta que Sánchez salga y diga que aceptará el estatuto que apruebe el Parlament", ha ironizado, muy apluadido. Fernández ha asegurado que el catalanismo moderado se encuentra en un callejón sin salida, al tiempo que ha blindado la Constitución y ha señalado que ha sido un "autentico éxito colectivo", que las "discrepancias" con el Estatut "no supusieron una ruptura en Catalunya", porque CDC y el PP pactaron después. "El nacionalismo catalán se volvió populista para vencer al populismo del 15-M", ha espetado.

Sin alianza con Manuel Valls

Un asistente no ha dejado pasar la "caída sin paracaídas del PP" y le ha reprochado que el partido "no haya creído nunca en Catalunya", para introducir su pregunta sobre su fórmula para concurrir a las elecciones municipales: "No quiero despreciar 400.000 votos para desalojar lo que en estos momentos está en el ayuntamiento". Fernández ha descartado una alianza con Manuel Valls en Barcelona porque sus planteamientos "no le acaban de convencer" y "no ha hecho un oferta política al respecto". "El proyecto para presentar una candidatura propia lo tenemos. Por supuesto vamos a pasar del 5% generosamente", le ha respondido.

Sobre Vox, ha dicho que "no le gusta" porque ofrece una "respuesta reactiva a los que quieren destruir el Estado de las Autonomías en España", algo que ve "imposible de liquidar" y ha apostado por "recuperar competencias" en pro de la centralización del Estado. También ha tratado de arrinconar a los naranjas: "Cs no lo es, es un movimiento de reacción y de protesta muy eficaz, y se convierten en plataforma electoral de milagro. Su aproximación al mundo, a la política del día a día, revisen la votaciones, su aproximación o es de protesta  por ser suaves socialdemócratas. El centroderecha en Catalunya solo tiene cuatro escaños", ha zanjado.

"No apoyen explícitamente con su silencio la recuperación del método Zapatero. No caigan en las falsas sirenas de diálogo", ha pedido a los asistentes.