La huelga feminista no cala en el Gobierno

Rueda de prensa de la vicesecretaria de estudios y programa del PP  Andrea Levy

Rueda de prensa de la vicesecretaria de estudios y programa del PP Andrea Levy / periodico

Pilar Santos / Patricia Martín

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

La histórica jornada feminista del 8-M, con centenares de miles de mujeres y hombres desbordando las calles para decir "basta ya" a la descriminación por motivo de género, apenas provocó una rectificación en el Gobierno y el PP. El Ejecutivo y el partido que lo sustenta reconocieron que la movilización fue "positiva" y un "gran triunfo" para las mujeres. Pero aparte de esta admisión entre líneas de su error al despreciar días atrás los paros (el PP dejó escrito a mediados de febrero en un argumentario que eran protestas "elitistas, insolidarias e irresponsables"), no se vislumbra ninguna consecuencia práctica a corto plazo. El Gabinete de Mariano Rajoy no cree necesario aprobar un plan de choque, similar al impacto que tuvo la ley de igualdad aprobada por José Luis Rodríguez Zapatero en 2008. El portavoz de la Moncloa, Íñigo Méndez de Vigo, aseguró que si otros gobiernos europeos han dado un impulso a estas políticas estos días es porque están más atrasados que España y se comprometió a "seguir trabajando" en medidas ya en estudio, a la vista de "la sensibilización" de la sociedad. 

En la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, Méndez de Vigo admitió que "concienciar" sobre las desigualdades es "importante", pero destacó que, según un informe de la Universidad de Georgetown, España ya ocupa el quinto lugar en bienestar para las mujeres. "No nos conformamos y seguiremos luchando", aseguró, y puso como ejemplo los trabajos iniciados para la promoción de los currículos anónimos, para que los empresarios no sepan si el aspirante a un puesto de trabajo es un hombre o una mujer. 

"Pronto" habrá un pacto sobre conciliación

Asimismo, dijo que "pronto" habrá un plan para mejorar la conciliación en el que el Gobierno trabaja desde hace meses con los agentes sociales y se mostró a favor del refuerzo de las auditorías para comprobar si las empresas establecen planes de igualdad. Según varios estudios, apenas 10 de cada 100 compañías obligadas a tenerlos los han implementado. Pero el portavoz evitó hacer autocrítica y tampoco dio especial importancia cuando la prensa le planteó las palabras del presidente de Galicia, Alberto Núñez Feijóo (PP), que acababa de señalar horas antes que la manifestación feminista fueron "un clamor" y que los gobiernos "de todos los colores" y en todas las administraciones deben "tomar nota". 

La reacción de Cs

Ciudadanos, el otro partido al que pilló a contrapié el masivo apoyo a la acción feminista, se había negado a secundar la huega porque el manifiesto defendía el anticapitalismo, pero algunos de sus dirigentes sí acudieron a las manifestaciones. Entre ellas, la portavoz en el Ayuntamiento de Madrid, Begoña Villacís, y la diputada encargada de temas de Igualdad Patricia Reyes, que fueron abucheadas. Villacís afirmó este viernes que su partido dijo que iba a acudir a la marcha desde el principio y lamentó que "algunos hayan querido instrumentalizar" el movimiento. El líder de los naranjas, Albert Rivera, intentó obviar su posición en contra de la huelga y este viernes habló de "manifestación histórica" y "causa justa y transversal". El político catalán ampoco hizo autocrítica y aprovechó una vez más para cargar contra el Gobierno por haber mantenido una "posición equivocada".  

PSOE y Podemos

Irene Montero (Podemos) avisó de que la revolución feminista es "imposible de parar" y, en clave partidista, añadió que su formación "está ahí para legislar" sus demandas. Asimismo lamentó que otros partidos, en referencia al centro derecha, trabajaran "muchas semanas para desprestigiar el movimiento" mientras los morados respaldaban la huelga de 24 horas. 

Por su parte, Carmen Calvo, del PSOE, también se felicitó del éxito de la jornada y recordó que su partido, que solo apoyó los paros de dos horas, se preocupó de registrar el día antes de las protestas una ley que "garantiza la igualdad de trato" a las mujeres en todos los ámbitos. La dirigente socialista reconoció que es una normativa "difícil de hacer" y "compleja", porque reforma siete leyes, pero necesaria como "punto de arranque".