NEGOCIACIÓN PARA LA INVESTIDURA

La 'casilla lingüística' añade presión para que Puigdemont se aparte

La coordinadora general del PDECat, Marta Pascal, en una imagen del pasado enero.

La coordinadora general del PDECat, Marta Pascal, en una imagen del pasado enero. / periodico

D. G. Sastre / G. Robles / J. Ruiz Sierra

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Carles Puigdemont ha estado este jueves en el centro de una tormenta perfecta. Las acometidas contra él arreciaron desde todas partes, desde la trinchera enemiga y la en teoría amiga. La conclusión que se deriva de las novedades del día, en principio de naturaleza distinta y auspiciadas desde sectores antagónicos, es la misma en todos los casos: que el 'expresident' debería considerar dar un 'paso al lado' para evitar males mayores.

La sensación de que los partidos independentistas están buscando que Puigdemont asuma motu proprio que no podrá ser presidente de la Generalitat se instaló muy pronto. En cuanto trascendió que Marta Pascal, coordinadora general del PDECat, priorizaba en 'La Vanguardia' la creación de un "Govern estable dentro de la legalidad" que marcan "el Estatut y la Constutición" se hizo evidente que el 'expresident' tenía difícil acomodo en ese esquema. La líder del partido al que Puigdemont pertenece le invitaba, además, a abrir la puerta a otro aspirante a 'president': "Ese escenario solo lo puede plantear él. No hay planes b ni c hasta que él diga lo contrario".

Artadi defiende al 'expresident'

Elsa Artadi salió poco después al paso de las declaraciones de Pascal. La portavoz del grupo parlamentario de Junts per Catalunya, una de las principales colaboradoras del líder depuesto, fue clara: afirmó que Puidemont, el "'president' legítimo", es quien debe liderar el Govern.

En una entrevista en ACN, Artadi sí estuvo de acuerdo con Pascal en que lo más aconsejable es que se forme un Govern estable, que es "lo que desea y defiende todo el mundo". Pero para ella es la actuación "antidemocrática" del Estado la que perturba la estabilidad, y que lo que hay que hacer es "restituir las instituciones", en las que engloba al presidente destituido, al Govern y al Parlament.

JxCat también intentó tranquilizar a quienes quieren que Puigdemont vuelva a ser 'president' retomando las negociaciones con Esquerra para la investidura. La brecha abierta en los últimos días entre ambos partidos, provocada precisamente por las reticencias de los republicanos a asumir nuevos riesgos legales con la investidura sin la seguridad de obtener algún rédito a cambio, también pareció menguar con la noticia de que el presidente del Parlament, Roger Torrent, y Puigdemont han hablado por teléfono para limar asperezas.

Las proclamas de PDECat y ERC

Pero a primera hora de la tarde la situación dio un nuevo vuelco. Cuando se conoció que el Gobierno estudia incluir una casilla en el formulario de preinscripción para que el castellano pueda ser también lengua vehicular en las escuelas, PDECat y ERC retomaron sus proclamas de que debe formarse cuanto antes un nuevo Ejecutivo en Catalunya.

Desde los dos partidos se ha interpretado el anuncio como un acicate en ese sentido. Y el delegado del Gobierno en Catalunya, Enric Millo, ha parecido darles la razón cuando ha asegurado que, si la situación actual en el Parlament se prolonga, la obligación de los responsables del Ejecutivo central -que rigen Catalunya desde la aplicación del artículo 155- "además de garantizar la prestación de servicios", es adoptar decisiones "que debería tomar el nuevo Govern". Entre ellas, ha especificado, la eventual inclusión de la casilla lingüística en los folletos de preinscripción.

El diputado del PDECat Xordi Xuclà ha subrayado desde Madrid que urge tener ya un gobierno en Catalunya como demuestra, a su juicio, que el Ejecutivo central se esté planteando "modificar" el sistema de enseñanza catalán aprovechando el paraguas del artículo 155 de la Constitución.

"Esto nos dice que es urgente que tengamos un Govern en las próximas semanas", ha subrayado Xuclà en el Congreso. A su juicio, para tomar una medida semejante que supone, de facto, cambiar el sistema educativo catalán se necesita "legitimidad" lograda en las urnas, por lo que afeó a los populares que se atrevan a adoptar iniciativas semejantes teniendo una representación mínima en el Parlament. Además, sacó a colación que el actual modelo de integración es apoyado por partidos como el PSC y En Comú Podem por lo que su defensa va más allá de las fronteras del soberanismo.

"El Gobierno no tiene legitimidad para cambiar nuestro modelo educativo. El marco competencial no lo permite [...]. Pedimos al Gobierno que sea respetuoso con ese marco competencial y que deje que sea el nuevo gobierno de la Generalitat el que diseñe el próximo curso escolar", ha apuntado.

Por su lado, Teresa Jordà, de ERC, ha señalado que lo ocurrido es que los populares han "comprado" la pretensión que siempre ha tenido Ciudadanos en este terreno. "Si el Gobierno decide cargarse la inmersión lingüística es una demostración de mala fe y de querer hacer daño a Catalunya y a la mayoría de sus ciudadanos", ha espetado.

Dicho esto, Jordà se ha sumado al llamamiento de acelerar las negociaciones para que cuanto antes pueda haber un Govern en Catalunya que haga imposibles los planes de los conservadores. "La lengua no está en venta. Por ahí no vamos a pasar. Nuestra obligación es hacer un Govern ya y dejar esta losa [en alusión al 155]  que tenemos encima", ha sentenciado. Joan Tardà, también diputado de ERC, se ha expresado en la misma línea en las redes sociales: "El solo hecho de la existencia de una amenaza tan evidente a la inmersión lingüística debería comportar que mañana hubiera Govern republicano. ¡Govern ya!".