CRUCE DE DECLARACIONES

Podemos niega haber pedido la dimisión a Fachin por el 1-O

Iglesias consulta sus notas con Fachin en un mitin en Badalona, en 2015.

Iglesias consulta sus notas con Fachin en un mitin en Badalona, en 2015. / periodico

Iolanda Mármol / Madrid

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La inquietud aumenta en Podemos por la escalada de tensión con el líder del partido en CatalunyaAlbano Dante Fachin, por el riesgo que supondría una fractura ante el espinoso horizonte del 1-O. El desafío del barón territorial, que llama a la participación en la consulta independentista contra de la opinión de la cúpula estatal, está poniendo a prueba la paciencia del aparato: no se puede permitir una injerencia en Podem, pero que teme que la estrategia del Fachin ponga en riesgo a su electorado catalán (bastión clave) y les complique el acuerdo con los ‘comuns’.

Por el momento, el pulso se redobla. Fuentes de la dirección estatal desmintieron a EL PERIÓDICO que el jefe morado, Pablo Iglesias, y su secretario de Organización, Pablo Echenique, pidiesen la dimisión al líder de Podem, tal y como éste asegura en una entrevista en 'El País' que ha creado un amplio malestar en Madrid.

"No es cierto que Pablo Iglesias pidiera a Albano Dante que dimitiera”, niegan, e insisten en que la propuesta de la dirección fue que convocase una asamblea ciudadana (máximo órgano) para contrastar su proyecto político y su liderazgo. Recuerdan que esta fórmula ya la empleó el secretario general en Murcia cuando se sintió cuestionado, logró ganar y continúa al frente de la formación en ese territorio.

“Que no quieran convocar la Asamblea Ciudadana completa que cada vez más círculos le están pidiendo es, por supuesto, también legítimo. Ahora bien, faltar a la verdad respecto de lo que Pablo Iglesias le dijo en una reunión privada es difícil de explicar”, plantean fuentes de la dirección estatal.

El cofundador de Podemos Juan Carlos Monedero (sin cargo orgánico pero estrecho colaborador de Iglesias) pidió directamente a Fachin que dimita.

Urbán defiende a Iglesias

También el líder de Anticapitalistas, el eurodiputado Miguel Urbán, afeó al dirigente catalán que ventile el contenido de una reunión en los medios de comunicación y le pidió actuar con “responsabilidad política” para debatir con serenidad.

Fachin, elegido en julio de 2016 como secretario general de Podem, no está dispuesto a convocar una asamblea ciudadana puesto que los estatutos fijan un año y medio como plazo mínimo entre congresos. Recuerda, además, que su posición política ha sido refrendada por las bases (el 60% votó a favor de su propuesta de participar en el 1-O), aunque sea distinta de la marcada en la estrategia de la estructura estatal. Se considera legitimado y no piensa dar marcha atrás.

Sometido a la Generalitat

La cúpula asume que la posición del líder catalán es “legítima” pero no la comparte y ve un riesgo sustancial en su determinación. La dirección está convencida de que Fachin “ha decidido subalternizar la estrategia de Podem respecto del 1-O a la hoja de ruta de [Carles] Puigdemont”.

Los dirigentes estatales también recuerdan que el barón catalán rompió a última hora el acuerdo para construir un nuevo sujeto político con los ‘comuns’ y admiten que una continua escalada de tensión es insostenible.

Rebelión de las bases

El cese es técnicamente posible, puesto que Podem no es una federación independiente a Podemos, pero Madrid lo descarta convencida de que no puede ejecutar una injerencia semejante y menos en el territorio catalán. Desestimada esa opción, admiten, están a la expectativa de un movimiento que pudieran impulsar las bases.

Según los estatutos, si el 30% de los círculos lo pide, puede convocarse una asamblea. Algunas voces han relacionado la presencia de Monedero en Catalunya este verano con la voluntad de alentar una rebelión contra el líder de Podem y evitar que se acuse a la cúpula de intromisión.

Gobernar con el PSOE: ¿excepción o norma?

El líder de Anticapitalistas, Miguel Urbán, volvió a señalar este lunes su rechazo a que Podemos forme parte de Gobiernos del PSOE, aprobado en Castilla-La Mancha el pasado mes de julio entre Emiliano García-Page y José García Molina.