El clan Blasco-Císcar, los Pujol valencianos

"¡Qué familia!", espetó Mónica Oltra, la vicepresidenta de la Generalitat Valenciana. Hablaba de un clan que durante casi dos décadas tuvo en Rafael Blasco y Consuelo Císcar a una de las parejas más influyentes en la Comunitat Valenciana, de la mano de los diferentes gobiernos del PP, y que ahora vive entre la Ciutat de la Justícia de València y la cárcel de Picassent, donde está desde junio del 2015 el siete veces 'conseller' para cumplir una pena de seis años y medio por el desvío de fondos humanitarios en el ‘caso Cooperación’.

Hace unas semanas pasaron por los juzgados dos de sus sobrinos tras una operación que la UDEF llevó a cabo por la gestión de uno de

{"zeta-legacy-destacado":{"strong":null,"text":"La pareja, una de las m\u00e1s\u00a0influyente durante dos d\u00e9cadas, vive entre juzgados y presidio"}}

ellos, Sergio Blasco, al frente del Hospital General de València, del que fue gerente entre el 2004 y el 2014, un periodo que coincide en buena parte con el máximo esplendor de sus tíos. Se da la circunstancia de que el exdirectivo, que eludió la prisión al pagar una fianza de 80.000 euros, está casado con una hija de un primer matrimonio de Císcar.

PADRE, MADRE E HIJO

Consuelo Císcar, que fuera directora del Institut Valencià d'Art Modern (IVAM) justo en esa misma década 2004-14, tuvo su última cita con el tribunal también hace un mes y tuvo que acudir con su hijo. Está investigada por malversación de caudales públicos, prevaricación y falsedad documental. Entre otras irregularidades estaría la promoción que hizo del artista 'Rablaci', que no es otro que Rafael Blasco Císcar, es decir, el hijo que tiene con Rafael Blasco, también imputado.

La jueza les retiró el pasaporte a ambos por riesgo de fuga y unos días antes decretó el embargo a la exdirectora del IVAM de una docena de obras que decía, sin poder probar, haber vendido a sus hijas. Lo hizo por existir indicios de que las pudo comprar gracias a actividades delictivas y con la sospecha de que forzaba su exposición en el IVAM para que se revalorizaran. Otra de las cuestiones que se investiga es el pago que se hizo desde el museo a Gao Ping, considerado el cabecilla de la mafia china de blanqueo de capitales en España. Se sospecha que se pagó el doble de su precio de mercado por unas fotografías de ‘Espacio TAO’, una de las empresas que habría utilizado Ping para ‘lavar’ dinero. Pero en algunos casos los sobrecostes investigados llegarían al 1.500%.

TRAYECTORIA GUIADA POR EL PODER

Los Blasco, los Pujol valencianos, han sido protagonistas de la política valenciana casi desde la transición. En 1979, Francisco ‘Paco’ Blasco, hermano de Rafael y

{"zeta-legacy-destacado":{"strong":null,"text":"La vicepresidenta Oltra\u00a0bromea con crear un \u2018m\u00f3dulo Blasco\u2019 en la c\u00e1rcel de Picassent"}}

padre de Sergio, se convirtió en el alcalde de Alzira, un pueblo cercano a València de donde son originarios, por el PSPV. Se mantuvo 13 años en el cargo hasta que una moción impulsada por el propio grupo socialista le desalojó del poder. También perdió su puesto como presidente de la diputación, propietaria del Hospital General que años después dirigió su hijo.

Su hermano Rafael, que militó en el PCE y fue miembro del FRAP, tuvo un papel más relevante aún en el PSPV. Diputado desde 1983, fue 'conseller' de Obras Públicas del gobierno de Joan Lerma. En aquella época, la secretaria personal del presidente de la Generalitat era Consuelo Císcar, hermana del aún diputado nacional del PSOE Ciprià Císcar. Pero Lerma destituyó y expulsó a Blasco tras un escándalo urbanístico del que resultó absuelto, en parte porque se anularon unas grabaciones clave.

DEL PSPV AL PP

Tras cuatro años de ostracismo, en 1995, el popular Eduardo Zaplana lo recuperó como ‘fontanero’ de su primer Gobierno autonómico. Cuatro años más tarde volvió a ser 'conseller', cargo que repitió con los también populares José Luis Olivas y Francisco Camps. Con Alberto Fabra ‘solo’ fue portavoz del grupo en las Corts Valencianes.

Además de su mujer, su hijo y sus sobrinos, él también tiene otras citas con el juez, pues le quedan aún dos causas más pendientes por el desvío de fondos humanitarios. Pero incluso en esta reciente 'operación Osvaldos' contra Sergio Blasco, la UDEF podría estar buscando pruebas por una posible adjudicación irregular del modelo informático del sistema sanitario autonómico en su etapa al frente del departamento de Sanidad. "Puede ser que en Picassent se tenga que hacer un módulo nuevo, podríamos bautizarlo como 'módulo Blasco' y aledaños", señaló Oltra.