Rajoy se prepara para la investidura ante un PSOE afligido

Los actos oficiales del 12 de octubre12 de octubre de este 2016 han sido atípicos porque era la primera vez que se celebraba con un Gobierno en funciones y porque los políticos más buscados por los periodistas no eran, como es habitual, el presidente y los miembros del Ejecutivo, sino los dirigentes del principal partido de la oposición. Mariano Rajoy y sus ministros superaron la recepción que los Reyes ofrecieron en el Palacio Real sin sobresaltos. El presidente dejó claro que prefería estar “callado” por dos acontecimientos que pueden desbloquear la situación y permitir su reelección: el comité federal en el que el PSOE decidirá si permite gobernar al PP y la ronda que Felipe VI abrirá con los partidos. La tranquilidad de Rajoy contrastó con la actitud del presidente de la gestora del PSOE, Javier Fernández, que confesó estar “preocupado” por la situación de su organización. “Tengo la sensación de que me entienden más fuera que dentro", declaró en uno de los corrillos que protagonizó. Nadie en el Comedor de Gala apostaba por las terceras elecciones, pero tampoco ningún socialista se atrevía a decir que podrán evitarse gracias a su abstención abstención.

Fernández y Rajoy se saludaron en el desfile militar previo a la recepción, aunque no hablaron de la investidura, según comentaron los dos. Ya en el salón del palacio, entre copas, canapés y 1.300 invitados, los periodistas le preguntaron al líder del PP si ya está pergeñando su discurso de investidura y dijo que no, aunque “debería”. Rajoy explicó que estos días ha estado volcado en preparar la reunión que este jueves mantendrá en la Moncloa con la 'premier' británica, Theresa May, sobre el 'brexit' y que después ya se centrará en su parlamento.

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Además de Fernández, también fue muy solicitada la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz. Como Rajoy, Díaz dijo preferir estar “callada” y dio su “apoyo total” a la gestora. “Vais a tener mucho tiempo para oírme”, soltó sin querer abundar en qué quería decir. Entre todos los barones socialistas que acudieron a la recepción, fue la que mayor esfuerzo hizo por intentar transmitir calma. “Vamos a llegar a un acuerdo en el comité federal sobre la investidura”, declaró antes de asegurar que el “ambiente bélico” ya ha acabado.

HEMORRAGIA, INDEPENDENTISTAS Y NOTICIAS PELIGROSAS

El tono de Díaz contrastó con el utilizado por el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, que reconoció que el PSOE ha pasado por una operación de trasplante y "todavía sigue en la camilla con riesgo de hemorragia". Page llegó a detallar ante los periodistas que la implosión del PSOE se produjo porque varios dirigentes tuvieron noticias de que a finales de octubre Sánchez iba a hacer “una declaración explosiva” que facilitaría el apoyo de las fuerzas independentistas. Y en ese contexto, advirtió de que al exsecretario general le esperan “noticias peligrosas”. Esto siempre según la versión de Page.

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El presidente manchego también deslizó la idea de que los diputados del PNV puedan abstenerse en la votación de investidura, una fórmula que ayudaría a diluir de alguna manera la difícil decisión del PSOE. Porque la palabra 'abstención' sigue resistiéndose a salir de la boca de los socialistas pese a que todos se mostraron seguros de que no habrá repetición de elecciones. Esa posible cesión a Rajoy fue rechazada por Francina Armengol, presidenta de Baleares, una de las fieles de Sánchez. Armengol afirmó que le parece “muy mal” que Fernández haya abierto en los medios el debate sobre la abstención cuando aún no se ha celebrado el comité federal (que tendrá lugar probablemente el día 23).

CONVERSACIÓN “INFORMAL” ENTRE EL REY Y FERNÁNDEZ

El Rey consiguió tener una recepción tranquila gracias a que la víspera había anunciado que la ronda con los partidos serán los días 24 y 25. Fuentes del PSOE informaron de que el Monarca y Fernández hablaron esta semana “de manera informal”. Ambos mantienen una relación estrecha por los años en los que han coincidido en los actos de los Premios Príncipe de Asturias.

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Según fuentes parlamentarias, en estos momentos se está estudiando la posibilidad de que si hay investidura, Rajoy pronuncie su discurso el miércoles 26 por la mañana; los representantes del PSOE, Podemos y Ciudadanos le repliquen por la tarde; el jueves hablen el resto de grupos y se celebre la primera votación; y 48 horas después, el sábado 29, la segunda. Este plan acabaría con la toma de posesión del líder del PP el lunes 31, justo sobre la bocina.