El Congreso aplaza la decisión de si envía a CDC al 'gallinero'

Siempre hay movida en el 'gallinero' del Congreso. Nadie quiere ser el último de la fila. En la pasada legislatura Podemos y sus alianzas se pusieron en pie de guerra cuando la Mesa del Congreso propuso que la tercera fuerza de la Cámara ocupara la quinta fila, justo detrás de ERC y el lugar en el que tradicionalmente se ubican los integrantes del Grupo Mixto. Finalmente, después de la polvareda morada que levantó la decisión, se acabó recolocando a Pablo Iglesias y compañía. Para evitar otro lío, la Mesa del Congreso ha aplazado este martes la decisión de si los diputados de Convergència deben ir al 'gallinero'

La presidenta del Congreso, Ana Pastor, ha argumentado que la decisión sobre la ubicación de los diferentes grupos en el hemiciclo se ha pospuesto debido a las discrepancias que ha generado esta cuestión. En la reunión de la Mesa del Congreso ni siquiera se ha hablado del fondo de la cuestión y se ha dejado que los vicepresidentes de la Cámara, encabezados por el diputado de Ciudadanos Nacho Prendes, sigan negociando con los grupos para cerrar un acuerdo. 

Con el recuerdo muy fresco de lo ocurrido con Podemos y ERC se ha preferido no volver a herir sensibilidades, especialmente de una Convergència muy molesta después de haberse quedado sin grupo propio. Este órgano de la Cámara baja rechazó la semana pasada que CDC tuviera grupo propio, pues no contaba con el mínimo exigido por la ley, por lo que los convergentes decidieron inscribirse en el Grupo Mixto. Tanto ERC como Unidos Podemos han pedido sentarse en esos escaños convergentes, muy visibles dada su situación en el tercio central, pero también los reclama el Grupo Mixto, alegando que son el cuarto grupo más numerosos de la Cámara con CDC y Compromís.

Lo que sí ha acordado la Mesa es el reparto de los despachos para los distintos grupos parlamentarios y el número de asistentes de los que dispondrá cada uno de ellos. Otra de las tareas de este martes ha sido la de definir la composición de la Diputación Permanente, el órgano que sustituye al pleno en los periodos no ordinarios de sesiones, como son las vacaciones. El PP tendrá 24 miembros en la Diputación Permanente; el PSOE, 15; Unidos Podemos y sus confluencias, 12; Ciudadanos, 6; ERC, 2; el PNV, 1; y el Grupo Mixto, 4. En total, 64 parlamentarios formarán parte de este órgano.

UN GRUPO MENOS QUE LA PASADA LEGISLATURA

Todos estos asuntos de intendencia, imprescindibles para la puesta en marcha de la institución, se iban a resolver hace una semana pensando en que no iba a haber muchos cambios respecto de la fallida legislatura del primer semestre. Pero la decisión final de no dar grupo parlamentario propio a Convergència acabó alterando todos los planes iniciales. Ahora la Cámara va a tener un grupo parlamentario menos que en mayo y el reparto de escaños, despachos y diputados adscritos a cada comisión se ve de esta manera también alterado.

Los convergentes, que llevaban décadas en el tercio central del hemiciclo y en la tercera planta de la primera ampliación del Congreso, pueden acabar ahora en el 'gallinero'. Los despachos de Convergència (ahora rebautizada como Partit Demòcrata Català pero que mantiene su antigua denominación al haber concurrido con ella a las elecciones) estarán más alejados del Palacio de la Carrera de San Jerónimo.