Rajoy consigue traer a Obama a España en tiempo de descuento

La visita iba a durar dos días en vez de uno, pero la escalada de tensión racial en EEUU ha obligado al presidente, Barack Obama, a alterar sus planes para poder volver cuanto antes a su país. Obama llega a España en tiempo de descuento, cuando solo le quedan seis meses en la Casa Blanca, y a un país cuyo Gobierno está en funciones y con las Cortes sin constituir, unos detalles sin importancia para los asesores de Mariano Rajoy, que pueden apuntarse así uno de los tantos más deseados por la diplomacia la última década.

Tras anular la etapa de Sevilla, Obama aterriza en Madrid después de participar en la cumbre de la OTAN, en Polonia. Hacía 15 años que ningún presidente del país norteamericano pisaba esta ciudad. La retirada precipitada de las tropas de Irak, en el 2004, abrió una herida que ha tardado en cicatrizar.  Al final de la legislatura de José Luis Rodríguez Zapatero empezó a cerrarse, pero ha sido con el PP, y con dos importantes acuerdos de defensa mediante, cuando se ha conseguido restañarla del todo.

PRIMERO, A PALACIO

El dirigente demócrata se reunirá este domingo por la mañana con Felipe VI en el Palacio Real. El Monarca, que ya se ha entrevistado en tres ocasiones anteriores con Obama desde que subió al trono, fue el que le transmitió oficialmente la invitación para viajar a España. Después, Obama se trasladará a la Moncloa, donde le esperará Rajoy y ambos harán una declaración institucional a la que seguirán dos preguntas de la prensa. 

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El líder de EEUU partirá sobre las tres hacia la base de Torrejón de Ardoz, a 40 kilómetros del centro de Madrid, donde le aguardará el avión presidencial, el Air Force One. En el complejo, el Gobierno norteamericano ha citado a los dirigentes de la oposición Pedro Sánchez (PSOE), Pablo Iglesias (Podemos) y Albert Rivera (Ciudadanos). Será un encuentro muy breve, apenas de 10 minutos con cada uno, según fuentes diplomáticas.

DISCURSO A LOS MILITARES

Tras esas últimas entrevistas, Obama pondrá rumbo a la base naval de Rota, en Cádiz, donde pronunciará un discurso a las tropas españolas y estadounidenses. En Rota y los municipios de alrededor viven unos 4.000 soldados norteamericanos desde que la base acoge cuatro destructores que forman parte del escudo antimisiles de la OTAN.

EEUU da mucho valor geoestratégico a España pese a la menguante influencia en otras áreas. “No hay duda de que la importancia como aliado y socio regional a la hora de lidiar con algunos de estos asuntos ha aumentado en los últimos años”, asegura Stephen Flanagan, que fue director de la política de defensa y estrategia en el poderoso Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca hasta septiembre del año pasado.

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Flanegan destaca la capacidad de los cuatro destructores de interceptar misiles de corto y medio alcance, para proteger al continente de potenciales ataques desde Irán, aunque muchos lo ven como un arma disuasión contra Rusia.

Y también subraya la trascendencia del acuerdo para alojar permanentemente en la base de Morónbase de Morón (Sevilla) a 2.200 marines y 26 aviones militares como avanzadilla para responder a contingencias en el Norte de África. “Esa fuerza es parte importante de nuestra capacidad para proteger nuestras embajadas en África, algo que se convirtió en una necesidad tras la tragedia de Bengasi (Libia)”, añade en una entrevista telefónica el ahora analista de la Rand Corporation.

22 HORAS EN SUELO ESPAÑOL

Aquel ataque en Bengasi, en septiembre del 2012, en el que murieron cuatro estadounidenses, entre ellos, el embajador en el país africano, desató las alarmas en la Casa Blanca. Washington pidió ayuda a España para poder utilizar Morón y actuar rápidamente en los países del Norte de África en caso de que sea necesario. El Gobierno español dio luz verde en cuanto le llegó la propuesta.

Esa diligencia y la aceptación de acoger el escudo antimisiles (ya por parte del Ejecutivo de Zapatero en el 2011, poco antes de dejar la Moncloa) han sido los dos acuerdos en materia de Defensa que han permitido remendar la relación bilateral y han allanado el terreno para el viaje del presidente de EEUU antes de que deje la Casa Blanca, el próximo mes de enero.

Todos sus antecesores desde Richard Nixon habían realizado una visita de cortesía a España. Habría sido una anomalía que el dirigente demócrata no lo hubiera hecho.

Obama se subirá al Air Force One sobre las ocho de la tarde en Rota, tras 22 horas en suelo español. No habrá dado mucho tiempo a la recreación. Barcelona se queda sin verlo como presidente, aunque ya lo acogió cuando solo tenía 26 años y recorrió Europa de camino a Kenia para conocer a su familia paterna.