Barcelona en Comú sopesa concurrir a las generales

El partido de Colau podría dar apoyo simbólico a Podemos o ir en su lista

IOLANDA MÁRMOL / MADRID

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Barcelona en Comú considera que si el bipartidismo logra mantener la hegemonía el 20-D cortará las alas a los ayuntamientos del cambio, de modo que estudiará si debe «intervenir» en los comicios legislativos. Será un debate exprés, porque los tiempos electorales son acelerados, pero de una magnitud incuestionable, ya que abre la puerta a un eventual apoyo a Podemos que se podría concretar en colaboraciones, o incluso, en una lista con miembros de Barcelona en Comú. Ambas formaciones niegan que estén ante esta tesitura todavía.

El partido de Ada Colau insiste en que lo único acordado es que el plenario decida, el próximo 16 de octubre, si es necesario involucrarse en las legislativas y aseguran que aunque haya habido «conversaciones informales» con Podemos, no hay resoluciones tomadas. Fuentes de la formación antiausteridad en Madrid se niegan a definir la envergadura de una posible colaboración y exigen «prudencia» y «paciencia», de modo que cualquier posibilidad de acuerdo debe ser analizado con tantas pinzas como condicionales.

Análisis previo

En el retrovisor del 27-S, sin etiquetas pero real, permanece la delicadeza del secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, cada una de las decenas de veces que le preguntaron si no le ofendía que Ada Colau se negase a apoyarle en campaña. Iglesias salía del impasse aduciendo que la alcaldesa tenía el deber de mantener su función institucional, respuesta de difícil coherencia con la camaradería que ambos líderes exhibieron en la escena del ascensor, cuando quedaron atrapados en el ayuntamiento de Barcelona entre risas y bromas. Pero, volviendo a las pinzas y a la prudencia. ¿Qué existe de momento? El compromiso de Barcelona en Comú de tomar una decisión para confirmar si intervienen en el 20-D, y en tal caso, cuál es la forma más operativa.

Por el momento, el partido ha realizado un análisis preliminar del contexto político y ha llegado a la conclusión de que quiere contribuir a evitar la «recuperación política de falsas opciones de cambio».

También manifiesta su inquietud por que los ayuntamientos del cambio se vean «bloqueados por un resultado insuficiente» en las elecciones previstas para el próximo 20 de diciembre, preocupación que recuerda inevitablemente a la ducha de agua fría que supusieron los resultados obtenidos por la candidatura Sí que es Pot el 27-S. Precisamente en esa coalición aún escuece el desaire de Colau, que descartó desde el primer momento involucrarse en la campaña electoral catalana, apelando a su cargo institucional. Lo cierto es que Sí que es Pot tendrá ahora que hacer equilibrios tras el fracaso de la alianza entre IU y Podemos, pues en la confluencia catalana se integra la marca catalana de IU, EUiA.