Rabell aguijonea a Romeva en busca de voto izquierdista

Sí que es Pot endurece la pugna con Ciutadans por la segunda posición

JOSE RICO / BARCELONA

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Los estrategas de Catalunya Sí que es Pot estiman que si la coalición logra movilizar los votantes tradicionalmente abstencionistas, puede hacer pupa a Junts pel Sí por dos flancos. Primero, arañando votos del ala más izquierdista de la candidatura de Artur Mas y Oriol Junqueras. Segundo, arrebatando a Ciutadans la medalla de plata que le vaticinan las encuestas. «No será lo mismo para Mas tener enfrente, como líder de la oposición, a Inés Arrimadas que a Lluís Rabell», consigna un dirigente de Sí que es Pot, subrayando que las tesis de la una y el otro sobre el derecho a decidir son como la noche y el día.

Así pues, Rabell se puso ayer manos a la obra en esta doble misión, y al mismo tiempo que propinaba golpes a Ciutadans, hurgaba en el pasado ecosocialista de Raül Romeva, actual compañero de viaje electoral de CDC. En su primer rapapolvo contra el exeurodiputado de ICV en la campaña, le llamó «tapadera» de Mas, le acusó de dilapidar su «prestigio, historia, carrera política e ideales» para hacerle el juego a Convergència y vino a considerarle una especie de tonto útil al negarle toda influencia sobre el programa de la candidatura.

Para lanzar dardos, Rabell contó con la colaboración de un amigo de Romeva, Joan Herrera. En su primera aparición en una campaña monopolizada hasta ahora por el líder de Podemos, Pablo Iglesias, el coordinador de ICV advirtió al electorado progresista de que «ceder votos» a Junts pel Sí es ser cómplice de los recortes sociales y las desigualdades.

NI HABLAR DE PACTOS / Rabell descartó pactos poselectorales con Junts pel Sí, pero menos margen aún dejó para entenderse con Ciutadans, que rivaliza con Sí que es Pot por atraer el voto hastiado de los barrios populares metropolitanos. Ni siquiera para evitar la investidura de Mas contempla una pinza con Arrimadas. Antes de hacer un paréntesis en su gira catalana, Iglesias trufó su mitin en Mollet del Vallès de sus habituales críticas a Mas y a Rajoy, pero también se acordó de Albert Rivera, del que quiso marcar distancias ante los votantes catalanes recordando que Podemos defienden un referéndum.