Cada izquierda con su tema

La cita que patrocina cada mes de julio la Universitat Progressista d'Estiu de Catalunya es algo así como un oasis para las izquierdas catalanas. Y un oasis en plena canícula suele tener mucho de espejismo. Los líderes de las seis fuerzas progresistas del Parlament debatieron este jueves durante más de dos horas sobre las elecciones del 27-S. En el actual contexto de eclosión de listas que persiguen la unidad, el foro era propicio para sembrar semillas, pero la tierra se quedó tan yerma como siempre. De hecho, el debate dejó patente la batalla por la hegemonía electoral que se libra a la izquierda del tablero catalán.

El combate dialéctico dibujó los tres bloques habituales: la izquierda independentista, la federalista y la izquierda 'en comú' o del 'sí se puede'. Oriol Junqueras (ERC) y Quim Arrufat (CUP) trataron de desactivar a Joan Herrera (ICV), Joan Josep Nuet (EUiA) y Gemma Ubasart (Podem), envalentonados tras los últimos sondeos, mientras Miquel Iceta (PSC) intentaba hacerse un hueco a la vez que esquivaba los obuses que le llovían desde varias direcciones. Curiosamente, Iceta era el único de los seis que ya tiene en el bolsillo su candidatura al 27-S, tras el amago de Junqueras de sacrificarse para dejar paso a las entidades.

NO SIN INDEPENDENCIA

Sin embargo, el líder de ERC eludió hablar de su propuesta y prefirió el cuerpo a cuerpo con Herrera, Nuet y Ubasart, a quienes alertó de que, por mucho que confluyan, sin ruptura con España no habrá cambio posible en Catalunya. Arrufat le secundó en esta tarea. Junqueras no renunció a su deporte preferido, dar estopa a los socialistas, y protagonizó un sonado rifirrafe con Iceta:

-Junqueras: «Si para reformar la Constitución hace falta una mayoría cualificada que no existe ni existirá, ¿qué cuento de hadas me estáis explicando?».

-Iceta: «Para cuentos, el 9-N y la hoja de ruta independentista, que no es una vía más sencilla, ni más clara ni más cierta que el que proponemos para llegar a un Estado federal».

Cabe reseñar que en el auditorio hubo partidarios de una y otra tesis, sobre todo cuando el líder del PSC se declaró «en desigualdad». «Yo entiendo que haya gente que sea independentista, pero muchos independentistas no entienden que yo no lo sea», recriminó.

Aislados de este fuego cruzado y pasando de puntillas por la cuestión de la independencia, Herrera, Nuet y Ubasart prosiguieron con su coqueteo confluyente, aún pendientes de bautizar a la criatura y buscarle un cabeza de cartel. Los socialistas catalanes no están invitados, aunque Iceta les tendió la mano para explorar alianzas después de las elecciones.