Madina lidera el malestar en el PSOE por el pacto antiyihadista

El pacto antiyihadista firmado la semana pasada por Mariano Rajoy y Pedro Sánchez divide a los socialistas. No porque exista un acuerdo, ya que los dirigentes del PSOE creen que el terrorismo debe ser una cuestión de Estado, sino por la asunción indirecta de la cadena perpetua, a la que el principal partido de la oposición se ha opuesto históricamente. La discordia no se plasmó durante el debate en el Congreso en el que la proposición de ley pasó ayer su primer trámite.

Todos los diputados del principal partido de la oposición se ajustaron a la disciplina y votaron a favor. En la reunión del grupo parlamentario, sin embargo, hubo un intenso debate en el que se plasmó el malestar interno con esta iniciativa. Varios dirigentes alzaron la voz contra la prisión permamente revisable. El acuerdo no alude explícitamente a esta pena, pero sí la acepta al señalar que los delitos más graves de terrorismo serán castigados con el «tiempo máximo» de cárcel previsto en la reforma del Codigo Penal, aprobada en el Congreso solo con el voto del PP y ahora en el Senado. Es decir, con la cadena perpetua.

Entre los críticos estuvo Eduardo Madina. Desde que perdió hace siete meses ante Sánchez la carrera por el liderazgo socialista, el diputado vasco había permanecido callado. Ayer rompió su silencio en una intervención de alto contenido simbólico por su doble condición de excontrincante del actual secretario general y víctima de un atentado de ETA. Primero, según varias fuentes presentes en el encuentro a puerta cerrada, explicó que no tenía intención de hablar en público, sino solo en la reunión interna. Después se preguntó: "¿Qué nos ha pasado?" A su juicio, el pacto establece una definición demasiado amplia de terrorismo y al mismo tiempo "avala" la cadena perpetua. Junto a él se posicionaron otros diputados como José María Barreda, Odón Elorza, Manuel de la Rocha y Laura Seara.

POSICIONES A FAVOR

Los defensores del acuerdo con el PP fueron más. Al menos en público. En privado, en cambio, muchos diputados critican la gestión de una alianza que la dirección socialista lleva días volcándose en explicar, señalando que derogarán la prisión permanente cuando vuelvan a gobernar y que incluso, por el momento, la recurrirán ante el Tribunal Constitucional. Como muestra de la relevancia de la cuestión, y las importantes discrepancias que ha provocado dentro del PSOE, intervino César Luena, el número dos del partido, algo inusual en estas citas parlamentarias. Junto a él, Antonio Hernando, Manuel Chaves, Rafael Simancas, Diego López Garrido, Juan Moscoso, Trinidad Jiménez, José Segura, Herick Campos y Antonio Trevín.

No fue la única división que conllevó el debate. Hubo otra que sí se tradujo en la votación. CiU había trasladado que apoyaría la toma en consideración de la norma a pesar de estar en desacuerdo con ella, a la espera de poder cambiarla con enmiendas, pero en el último momento Convergència se abstuvo por su cuenta y Unió votó a favorConvergènciaUnió junto a PP, PSOE y los habituales satélites del Gobierno UPN, Coalición Canaria y Foro Asturias.