Iceta propone que se condone parte de la deuda autonómica

JOSE RICO / BARCELONA

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Mientras el president Artur Mas y el líder de Esquerra, Oriol Junqueras, tropiezan con la candidatura unitaria, el socialista Miquel Iceta va perfilando el programa para unas elecciones anticipadas que no desea pero que ve inevitables. El primer secretario del PSC compiló ayer en una conferencia en Barcelona un proyecto político basado en la fe en una negociación con un Estado gobernado de nuevo por los socialistas dentro de un año. Una fe a la que, a su juicio, se encomiendan más catalanes que a la otra fe, la independentista, y que defendió como la única salida viable al conflicto actual y el único camino que dotará a Catalunya de más autogobierno.

Iceta basa ese programa alternativo en contraponer el estancamiento que ha sufrido Catalunya en estos dos años de proceso soberanista, y que se prolongaría durante los 18 meses de transición al Estado propio que ha planteado Mas, frente a los frutos que podrían obtenerse de la reactivación de los traspasos de competencias y la reforma del sistema de financiación autonómica. Precisamente, cara a ese nuevo modelo, el líder del PSC sumó ayer otra propuesta para el debate que puede rechinar en los oídos de más de un barón territorial del PSOE.

Sugirió que el Estado condone una parte de la deuda de las comunidades autónomas a través de una quita, a fin de aliviar la asfixia financiera que padecen las administraciones autonómicas. Iceta no quiso concretar qué porcentaje de deuda autonómica debería asumir el Gobierno central, aunque advirtió de que tendrían que negociarse bien las condiciones para evitar que este colchón dé carta blanca a las autonomías para endeudarse «irresponsablemente». El líder del PSC subrayó que la próxima negociación de la financiación autonómica deberá plantearse medidas como esta ante la insuficiencia de recursos.

Ante más de 700 personas que se dieron cita en el Museu Marítim de Barcelona y entre las que se encontraba el jefe de filas de CiU en el Parlament, Jordi Turull, y la secretaria general de ERC, Marta Rovira, Iceta cerró definitivamente la puerta a un acuerdo con Mas para los presupuestos y enarboló la bandera del giro social y económico frente al «monotema» soberanista. Ahora bien, condicionó ese cambio de prioridades y la resolución del conflicto catalán a la victoria de Pedro Sánchez en las elecciones generales del 2015, dado que rechazó unos nuevos comicios en Catalunya, entre otros motivos, por las nefastas consecuencias que reconoció que tendrían para el PSC.

COHESIÓN SOCIAL / Superada la pantalla de la consulta, el primer secretario dejó claro que en el debate sobre la secesión el PSC no titubeará ni un segundo, aunque su discurso pueda tener similitudes con el del PP. «La mayoría de los catalanes no quieren la independencia, como se vio el 9-N. La mayoría quieren un nuevo acuerdo con España», proclamó Iceta entre aplausos del auditorio. Y deploró los intentos de equiparar catalanismo e independentismo, advirtiendo a quienes tengan la tentación de excluir a los socialistas del catalanismo de que es el segmento social que representa el PSC el que garantiza la cohesión del país.