La Comunidad de Madrid inicia una campaña para exigir una mejor financiación a Montoro

Los desplantes y cruces de acusaciones entre el consejero de Economía y Hacienda de la Comunidad de Madrid, Enrique Ossorio, y el ministro Cristóbal Montoro son ya un clásico en la capital, pero la estrategia que inició ayer el Ejecutivo de Ignacio González va más allá de la pataleta de siempre. Durante dos horas, Ossorio explicó a los periodistas los agravios que, a su juicio, sufre Madrid respecto a otras comunidades. El pretexto, el informe que solicita Hacienda a las comunidades para que evalúen el actual sistema de financiación y que tienen que entregar este viernes. En teoría, las sugerencias de las autonomías serán estudiadas por Montoro y podrán ser tenidas en cuenta en la elaboración del nuevo modelo de ingresos.

Para Madrid, esta no es una batalla baladí. Primero, por la importancia de acceder a una mejor financiación, cuando se han desvanecido proyectos faraónicos como el de Eurovegas o Madrid 2020. Pero, además, arrancarle más dinero a Montoro constituye un arsenal valioso para González de cara a las autonómicas del 2015, máxime cuando esa cita con las urnas es la primera de un presidente accidental que heredó el cargo de Esperanza Aguirre en el 2012, un cargo para el que se insinúan más aspirantes en el PP.

En ese contexto, la estrategia de la demonización del enemigo es clara. Y doble: Catalunya y Montoro. La lectura de los responsables madrileños es taxativa. Madrid paga más de lo que recibe porque José Luis Rodríguez Zapatero negoció bilateralmente con la Generalitat un sistema de financiación que beneficia a los catalanes y a las comunidades que menos contribuyen al PIB nacional. «Queremos un modelo de consenso, porque el actual tiene retorcimientos estadísticos para beneficiar a Catalunya y permitió regalar al tripartito 2.800 millones», afirma Ossorio, que asegura que Madrid pierde 2.473 millones al año.

Ricos, pero pobres

¿Dónde estarían estos retorcimientos? En los índices utilizados para realizar los cálculos; el principal, el de la población ajustada. Según el consejero, con el sistema actual, Madrid pierde en el cómputo 352.000 habitantes (-5,4% de la población) en el conjunto de servicios públicos. También alega que es la comunidad que más ha empeorado en la recaudación por IVA. «¿Cómo es posible, que siendo de los más ricos consumamos como pobres?», se pregunta el consejero.

La propuesta más mediática de Ossorio es que se anulen los regímenes especiales del País Vasco y Navarra, con lo que el Estado recibiría 3.200 millones más.

La guerra de la financiación ha empezado. Extremadura presentará hoy unas balanzas en las que, aseguran sus responsables, argumentarán con datos objetivos los déficits históricos de esta comunidad. En ambos casos, Extremadura y Madrid, PP contra PP. Barones que se rebelan contra la Moncloa para obtener más financiación y, de paso, un cartucho electoral.