Cameron envía buques militares a Gibraltar en pleno conflicto

el Ejecutivo de David Cameron anunció ayer que una fragata, laHMS Westminster, y dos barcos auxiliares partirán el lunes rumbo a Gibraltar, donde recalarán tres días a finales de mes, como parte de unas operaciones «regulares de rutina». Además, el buque insignia de la Armada, el portaavionesHMS Illustrious,ha pedido permiso para hacer escala en la base militar de Rota (Cádiz).

Según explicó un portavoz del Ministerio de Defensa británico, estas maniobras militares se repiten cada año, pero el anuncio, en pleno conflicto por las largas colas que se registran a diario para cruzar la verja del Peñón, despertó las suspicacias. Por eso, otro portavoz de Downing Street se encargó de subrayar que Cameron informó a Mariano Rajoy del despliegue en la conversación telefónica que ambos líderes mantuvieron el miércoles.

Preocupada por la tensión entre España y el Reino Unido, la Comisión Europea enviará en septiembre a una delegación para inspeccionar la frontera con la colonia británica. Los expertos examinarán sobre el terreno los controles desplegados por el Gobierno de Rajoy e intentarán aclarar la polémica por los retrasos «supuestamente excesivos» denunciados por el Peñón.

El portavoz del organismo comunitario, Frédéric Vincent, que fue quien hizo el anuncio, recordó que aunque Gibraltar no forma parte del área Schengen (el espacio de la UE donde no existen controles migratorios), «toda medida debe ser proporcionada». Vincent evitó valorar la construcción que ha llevado a cabo Gibraltar, en parte sobre aguas españolas, de un arrecife con 72 bloques de hormigón para reavivar la fauna marina y evitar la pesca de arrastre. Tampoco entró en el plan del Ejecutivo español de cobrar una tasa de 50 euros en el paso fronterizo.

Mientras tanto, la posición de firmeza española frente a la colonia británica comienza a ser tímidamente contestada por algunas voces dentro del PP. El alcalde de Algeciras, José Ignacio Landaluce, pidió que se busquen «caminos en común», algo que comenzó a hacerse el día anterior, cuando, tras la breve charla entre Rajoy y Cameron, los ministros de Exteriores de España y el Reino Unido se comprometieron a crear grupos de trabajo conjuntos para intentar resolver el conflicto. «Vayamos de la mano pero sin permitir los desmanes ni los empujones», reclamó Landaluce en Canal Sur Radio.

UNA «EXAGERACIÓN» / El PSOE insistió en pedir moderación al Gobierno. Los socialistas asisten incómodos a esta situación. Defienden, como siempre han hecho, la soberanía española sobre Gibraltar, en cuya frontera se repitieron ayer las colas de dos horas, pero creen que la posición del Ejecutivo es excesiva y no conduce a nada. La exministra de Exteriores Trinidad Jiménez instó a su sucesor en el cargo, José Manuel García-Margallo, a intentar «reconducir» el conflicto, tras haberlo «exagerado». Para la exministra, Margallo, que dijo hace unos días que había llegado la hora de «apretar las tuercas» al Peñón, «se ha equivocado».