El Consell de la Transició diseñará el Estado propio en 18 informes

Dilema resuelto. Entre la primera opción: dedicar todos los esfuerzos políticos, legales y sociales a la consulta y después construir las estructuras de Estado o federales o confederales en función del resultado; y la segunda opción: hacerlo todo desde el inicio, el Govern y su Consell per a la Transició Nacional han optado claramente por este último camino. Es decir, que antes de ir a votar, si se vota, los catalanes dispondrán ya de 18 informes sobre cómo debe organizarse el Estado propio.

«No excluimos la posibilidad y la conveniencia de analizar otros resultados: fórmulas de asociación de estados, confederación o federación, pero lo que tenemos muy claro es que hemos de analizar con especial atención el escenario del Estado propio porque es el menos estudiado», argumentó Carles Viver Pi-Sunyer, presidente del Consell.

HERRAMIENTA CUESTIONADA / Tanto Viver como el conseller de Presidència, Francesc Homs, que comparecieron con cierta dosis de solemnidad en el Palau de la Generalitat, se mostraron abiertos a estudiar propuestas de otros grupos parlamentarios sobre otras arquitecturas futuras para Catalunya. Pero no les consta ninguna petición. Y no la tendrán, al menos del principal grupo que defiende la vía federalista, el PSC, porque los socialistas no quieren dar legitimidad a un organismo que, como el PPC o Ciutadans, no reconocen como herramienta ni útil ni plural.

Los informes del Consell describirán las relaciones del futuro Estado catalán con la UE y la comunidad internacional, con el Estado español (que Viver dijo que deberán seguir siendo «estrechísimas»), de la creación de una «Constitución provisional», y de cuestiones troncales como el poder judicial, la hacienda propia y, no menor, el reparto de activos y pasivos entre Generalitat y Estado. Todo ello en menos de un año y por parte de los 15 elegidos.

Estos informes se harán, según Viver, ofreciendo todas las posibilidades, «ventajas e inconvenientes, pros y contras». Los textos serán breves y sin tecnicismos. Y no se excluye la posibilidad de pedir información a expertos, que sí podrían cobrar por su tarea, a diferencia de los integrantes del Consell.

CUANDO ACABA LA VÍA LEGAL / El primero de los documentos, y más determinante a corto plazo, es el referido a la consulta. Lo recibirá el Govern a finales de julio. Sobre este tema, existe un estudio del Institut d'Estudis Autonòmics, presidido por Viver, que ofrece cinco vías legales. El requisito es la «voluntad política» del Estado de aplicarlas. Es evidente que el Ejecutivo del PP no tiene hoy por hoy en mente interpretar la Constitución española en favor de un referendo de autodeterminación. Así, Viver avanzó ya el final del recorrido del Consell en esta materia: «A partir de estas vías legales, acaba el derecho y comienzan las vías alternativas del mundo de la política, que se tendrán que exponer».

Los otros asuntos a analizar versarán sobre cuestiones tan específicas del hipotético Estado propio como energía, telecomunicaciones y seguridad. También asuntos tan clave como la oficialidad de las lenguas y derechos fundamentales de los ciudadanos. Pero no hay nada previsto en cuanto a regeneración democrática. Lo importante, según Viver, es tener preparada a Catalunya para «el primer día» del Estado catalán, obviando que un hipotético sí a la independencia no llevaría automáticamente a su consecución sino al inicio, en el mejor de los casos, de un proceso negociador. El president Artur Mas ya ha descartado proclamar la independencia unilateralmente.

Homs se enorgulleció de que este organismo, creado por el Govern, haya tomado «velocidad de crucero». E insistió en que sirve para generar información. «No hay consulta sin información». La que diseñe el Consell per a la Transició.