Alerta por un partido de fútbol

Mossos y ertzainas controlarán en Madrid a los hinchas radicales

Pancarta contra España en la final de la Copa del Rey que Barça y Athletic disputaron en Valencia en el 2009.

Pancarta contra España en la final de la Copa del Rey que Barça y Athletic disputaron en Valencia en el 2009.

MAYKA NAVARRO / Madrid

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Una veintena de agentes de los Mossos d'Esquadra y una decena de la Ertzaintza se desplazarán el viernes a Madrid para seguir de cerca a los hinchas más radicales del Barcelona y del Athletic de Bilbao que asistan a la final de la Copa del Rey. La treintena de policías autonómicos pertenecen a las unidades de información que habitualmente se encargan del control y vigilancia de los seguidores más ultras de cada equipo. Mossos y ertzainas se integrarán en el macrodispositivo de seguridad que ha diseñado el Cuerpo Nacional de Policía y en el que participarán cerca de un millar de agentes, buena parte pertenecientes a las UIP (Unidades de Intervención Policial), los conocidos como antidisturbios.

Representantes de los tres cuerpos ya han celebrado varias reuniones en Madrid para diseñar la seguridad de una final de alto riesgo, aunque un comisario general de la Policía Nacional, responsable del operativo, pronosticó ayer a EL PERIÓDICO que difícilmente se producirán incidentes. «Son dos aficiones que se conocen, se respetan y viven con pasión el espectáculo del fútbol. Garantizar la seguridad en los partidos siempre se ha hecho muy bien en España. Habrá poco margen para los disturbios», aseguró.

INTERIOR DISCREPA / Unas 40.000 de las 54.000 localidades del Vicente Calderón han sido repartidas a partes iguales entre las aficiones, que se dividirán entre dos espacios de ocio en el centro de la ciudad. Dos zonas muy alejadas del recorrido por el que transcurrirá la manifestación de la extrema derecha que, pese a los informes desfavorables del Ministerio del Interior, el Tribunal Superior de Justicia de Madrid autorizó ayer que se celebre la misma tarde del partido, a las 18 horas. Esa marcha transcurrirá por Chamberí, a unos cuatro kilómetros al norte del Calderón. Los responsables del dispositivo de seguridad se encargarán de que no se produzca ningún encontronazo entre las aficiones y los manifestantes de la Falange. La concentración ha sido convocada para «defender la unidad de España y contra el aquelarre separatista que se producirá ese día».

PREGUNTA DE ERC / Hace dos meses, el diputado de ERC, Alfred Bosch, preguntó al ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, si se había dado alguna directriz a la policía para incautar banderas independentistas oestelades, ya que varios aficionados habían denunciado que en los desplazamientos del Barcelona se les requisaban a la entrada con el argumento de que incitaban a la violencia y estaban prohibidas.

El ministro todavía no ha respondido a ERC. Sin embargo, ayer mismo dio instrucciones de que no se incauten las banderas independentistas. Y que solo se requisen las pancartas que resulten «ofensivas» y atenten contra la ley. Por ejemplo, una cartel donde aparezcaCatalunyaoEuskadi no son España «no se dejará entrar al estadio», advirtió ayer un portavoz del ministerio.

Los cacheos en los accesos al Calderón serán pormenorizados y para agilizar la entrada se ha previsto una numerosa presencia de mujeres policías que se encargarán de los registros a las aficionadas.

Según las previsiones de los Mossos, de los 19.500 aficionados culés que tienen entrada, solo 4.500 se trasladarán a Madrid en AVE o autocar, el resto lo harán en transporte particular, y apenas habrá presencia de hinchas sin entrada. En cambio, la Ertzaintza calcula un desplazamiento masivo de athléticos, que podrían alcanzar los 40.000 aficionados. La mitad, sin entrada.