LAS MEDIDAS CONTRA LA CRISIS

CiU rechaza el truco que propone el PSC para cuadrar el déficit

Los socialistas piden que las cuentas incluyan la partida que Salgado no prevé para el 2011

NEUS TOMÀS / ALBERT OLLÉS / Barcelona

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El Govern no está dispuesto a hacer trampas y en los próximos presupuestos solo incluirá los ingresos que tenga asegurados. O sea que, como todavía no cuenta con los 1.400 millones de euros del fondo de competitividad que debería consignarle el Ministerio de Economía y Hacienda, de momento no los suma, por más que el PSC le insista en lo contrario. El portavoz del Ejecutivo catalán, Francesc Homs, argumentó que la Generalitat no se prestará a estratagemas porque «está en juego la credibilidad» como país.

El vicepresidente primero del Gobierno central, Alfredo Pérez Rubalcaba, insistió en que Catalunya debe cumplir con los criterios de déficit y, a la pregunta de si el Ejecutivo podría avanzar el fondo de competitividad, como le exige CiU, respondió que «todo es negociable», informa Manuel Vilaseró. La afirmación de Rubalcaba puede interpretarse como un gesto conciliador aunque la parte catalana, escarmentada como está, insiste en que hasta que no vea el dinero no se creerá nada. «Me recuerda el debate sobre la rebaja del 5% en los billetes de transporte público», explicó Homs. En ese caso, el Gabinete de José Luis Rodríguez Zapatero acabó cediendo y asumió el coste del descuento.

Sin respuesta

Fuentes del Govern aseguran que, más allá de las declaraciones de Rubalcaba, no han recibido ninguna respuesta a sus amenazas de plante. La percepción que tienen los negociadores catalanes es que en los despachos de Madrid solo están preocupados por la sucesión de Zapatero y la polémica generada por las actas de ETA. No deja de ser sintomático, subraya incluso un miembro del Gabinete de Artur Mas, que la controversia por el déficit solo aparezca en los medios de Catalunya y en la prensa internacional.

El PSC, inmune al desaliento, insistió ayer en su reclamación a CiU de que incluya los 1.450 millones de euros (según sus cuentas) como «previsión de ingresos». Pero no para hacer trampas, si no como medida de fuerza y presión ante el Gobierno central. «Si no lo hacen se demostrará que estamos ante otra maniobra de Mas para eludir su responsabilidad en los recortes sociales», dijo Francesc Vallès, coordinador de los senadores y diputados del PSC en las Cortes. Vallès jugó al café para todos e intentó desenmascarar a la federación recordando que el Ejecutivo gallego, del PP, ha presupuestado para este año 242 millones de euros procedentes de otro de los fondos de solidaridad del pacto de financiación autonómica, el de convergencia.

Plan de austeridad

En la misma línea, la portavoz en la comisión de Economia del Parlament, Rocío Martínez-Sampere, explicó que el plan de austeridad presentado por el Gobierno catalán en Madrid sí que incluye el fondo de competitividad, lo que consideró «incoherente» con la idea de borrarlo del presupuesto.

Preguntados sobre su confianza en que el dinero llegue antes del 31 de diciembre, Martínez-Sampere puso como ejemplo el cumplimiento de ese mandato en sus dos primeros años de vigencia, el 2009 y el 2010. Vallès destacó el «compromiso y la voluntad» del PSOE, «reafirmado» esta semana. Y el del PSC de seguir insistiendo. «En la exigencia del cobro, Mas nos tendrá a su lado», añadió.

El PP marcó distancias respecto a su apoyo inicial a la estrategia del Govern al evidenciar que su prioridad es desbancar a Zapatero. «Le pedimos a Mas que deje de darle apoyo mientras no cumpla el plan de financiación con Catalunya», afirmó Alicia Sánchez-Camacho