La precampaña catalana

Mas defenderá el 28-N el derecho de Catalunya de convocar un referendo

Pujol, Mas y Pelegrí, ayer, durante el consejo nacional de CiU que aprobó el programa electoral de la federación nacionalista.

Pujol, Mas y Pelegrí, ayer, durante el consejo nacional de CiU que aprobó el programa electoral de la federación nacionalista.

NEUS TOMÀS / Barcelona

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artur Mas ha cuadrado el círculo: no reclama la independencia, al menos no todavía, pero propone una ley de consultas que no requiera el permiso del Gobierno central. O sea, que lo que hace CiU en su programa electoral es comprometerse a redactar una norma mucho más ambiciosa que la que ha impulsado Esquerra en esta legislatura pero sin especular con una secesión inminente, como la que anhelan los republicanos. Los nacionalistas intentan así contentar a todos los suyos puesto que es un guiño a los convergentes de estelada pero que a la vez calma la inquietud de los que creen que el peix al cove -que tantos réditos le dio a Jordi Pujol- todavía tiene recorrido. «Lo más principal es fortalecer la nación catalana. Lo más importante es la nación, que no es una creación artificial, y no cualquier creación artificial como puede ser un estado», proclamó ayer Mas en el consejo nacional que la federación celebró en Lleida y en el que aprobó el programa para las elecciones del 28 de noviembre.

CiU dejó claro ayer que en los dos meses y medio que quedan hasta los comicios no se cansará de insistir en que una de sus prioridades es el concierto económico, y de recordar que se trata del mismo modelo que PSOE y PP no cuestionan para Euskadi pero niegan a Catalunya. «Eso es lo que echamos de menos en Catalunya, que socialistas catalanes y populares catalanes se sumen a una estrategia de país para que Catalunya pueda administrar sus propios recursos y pueda aspirar a una fórmula de concierto como la que defiende nuestro programa», subrayó Mas. El PSC le replicó ayer mismo que es «poco serio» reclamar un nuevo modelo de financiación cuando el actual se aprobó hace solo dos años y, además, en su opinión, está dando «buenos frutos».

LAS FACTURAS PENDIENTES / Antes de que el tripartito accediese al poder, uno de los argumentos de campaña de los socialistas era el temor a encontrarse la caja de caudales de la Generalitat vacía y llena de deudas. Y ahora que los nacionalistas ven más cerca que nunca el regreso al poder el argumento es el mismo. «Encontraremos los cajones vacíos y llenos de facturas por pagar y lo tendremos que afrontar», avisó Mas. «Es para llorar», añadió ante los cuadros de su partido.

Según los cálculos que ha hecho CiU, en los siete años de gobierno de izquierdas, la administración autonómica ha pasado de tener 140.000 empleados a más de 220.000. El tripartito asegura que el incremento de plantillas responde a la contratación de Mossos y profesores. Y como otro clásico de las campañas son las promesas de austeridad (más necesaria que nunca en tiempos de crisis), estas elecciones no serán la excepción. CiU se compromete a coger las tijeras y a recortar en personal: «Comenzar a podar una parte importante de todos los altos cargos, personal eventual y de confianza, que el tripartito ha ido poniendo».

A pesar de que las encuestas le son más que favorables, Mas reclamó a los dirigentes de la federación que contengan la euforia porque nadie mejor que él sabe qué es perder la presidencia en el último momento. «No está hecho», remarcó. El candidato de CiU está convencido de que si el tripartito consigue sumar volverá a reeditar su actual alianza de gobierno. Sabe de lo que habla, a pesar de que esta vez, a diferencia de las dos anteriores, incluso los partidos de izquierda reniegan de esta fórmula. A su lado, el líder de Unió, Josep Antoni Duran Lleida advirtió, sin citarlo, de que no pueden repetirse salidas de tono como la del eurodiputado Ramon Tremosa.

LOS EJES DEL PROGRAMA / Mas subrayó que los grandes ejes de su programa son la cohesión, la economía, la innovación y la sostenibilidad, prioridades que permitirán «levantar» Catalunya, «Un país con un 18% de parados, con un 20% de pobreza, con un 30% de fracaso escolar y con un 40% de paro juvenil es un país con vías de agua abiertas en el barco. O solucionamos estos problemas o no podremos salir a navegar a mar abierto», prometió.