El PSC reclama a Mas que dé la cara por la financiación de CDC

El pleno del Parlament sentenciará mañana que Convergència (CDC) se financió de manera irregular a través de comisiones en obras públicas. Los votos de los diputados del tripartito permitirán aprobar el dictamen de la comisión de investigación delcaso Palau que concluye que la constructora Ferrovial entregó a Fèlix Millet un dinero que acabó en cuentas convergentes. La resolución de PSC, ERC e ICV no es menor, ni que sea en términos políticos, puesto que no cada día un partido pide a la fiscalía que investigue a otro. Además, los socialistas subieron ayer el listón de la pugna con CiU al exigir que sea su presidente, Artur Mas, el que dé la cara por este caso. «Existen indicios y un relato que no nos hemos inventado, un reparto de comisiones de obra pública, en concreto un 4%», argumentó el socialista Jordi Terrades en la sesión final de la comisión. Antes de echar el cierre, se vio la que tal vez será una de las últimas imágenes de unidad del tripartito, teniendo en cuenta que ERC ya hace dos semanas que solemnizó, también en la Cámara catalana, el acta de defunción del pacto de izquierdas.

Republicanos y socialistas consensuaron un texto de más de un centenar de folios y se lo entregaron al PSC para que hiciese las objeciones que considerase oportunas. Los socialistas, por su parte, habían redactado un documento de unas pocas páginas que era más un resumen de la comisión que un dictamen, según fuentes del tripartito. En favor de la unidad, Esquerra e Iniciativa accedieron a la petición del PSC de limitar al mínimo las referencias a la gestión del hotel de lujo. El caballo de batalla de los socialistas, según fuentes del tripartito, era evitar cualquier crítica a la Generalitat por la tramitación del establecimiento. El PSC también se negó a que constase explícitamente la recomendación de que a partir de ahora los partidos compartan listas de buzoneo para reducir el coste de las campañas.

DELIRIOS Y OBSESIONES / CiU acusó a los grupos de izquierda de «difamar» a los nacionalistas cegados por sus ansias de mantenerse en el poder. «El tripartito se está muriendo y lo que está intentando con esto es flotar», argumentó el diputado Jordi Turull.

El PPC y Ciutadans repartieron culpas y se abstuvieron en la votación del dictamen del tripartito.