ANÁLISIS

Aplazar o impedir el choque político de trenes

VICENÇ VILLATORO

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Casi cualquier sentencia limitadora del Estatut por parte del Tribunal Constitucional comportaría un choque político de trenes. Para evitarlo, el presidente de la Generalitat,José Montilla, fue ayer a Madrid en nombre de un amplio frente de partidos catalanes ofreciendo una solución amable y moderada. Como muy a menudo los choques se producen porque ninguna de las partes encuentra una fórmula de retirada digna y presentable, el frente catalán encarnado enMontilla ofrecía una en absoluto rupturista: cumplir la ley y renovar el Constitucional.

El objetivo sería, obviamente, que el fallo sobre el Estatut quedara aplazado hasta después de la renovación del tribunal, y la intención de fondo, que el nuevo Constitucional que surgiese acabase declarándose no competente para recortar un Estatut aprobado por los catalanes en las urnas. Es una fórmula nada secesionista, respetuosa con la legalidad, tan pensada en términos españoles y no estrictamente catalanes que elpresident se sintió obligado a defenderla en todas las lenguas del Estado.

A malas, la fórmula tendría que permitir aplazar el choque de trenes y dejarlo para después de las próximas elecciones catalanas. Y si saliese bien, permitiría evitar un choque que se llevaría por delante muchos de los caminos de en medio en la relación entre Catalunya y España y dejaría las cosas en un dilema entre involución y ruptura.

La fórmula presentada porMontillatiene, de todas formas, riesgos. El principal: que se adopte la fórmula, pero que se cambie el objetivo. Si el frente catalán pide cambiar el Constitucional no es, principalmente, porque esté preocupado por el tribunal. Lo hace porque está preocupado por el Estatut, como texto y como producto del voto de los catalanes. Pero puede que se renueve el Constitucional... y que la sentencia sobre el Estatut se dicte antes de la renovación. O después, pero con la misma lógica y con un contenido parecido al que se apuntaba hasta ahora y que nos llevaba al choque de trenes.

Elpresidentha ido a Madrid, en nombre del frente catalán, para advertir de un choque de trenes entre Catalunya y España. Pero en Madrid todo lo leen en términos de choque entre el PSOE y el PP. Puede llegar a producirse una curiosa paradoja. El PSOE está dispuesto a desbloquear el Constitucional, aceptando a los candidatos populares. El PP sería arrastrado a regañadientes a la renovación del tribunal, sin que eso cambie la actual correlación de fuerzas.

El vicepresidenteManuel Chaves reconocía ayer que la situación del Constitucional es anómala. Puede que gracias a la fórmula catalana se solucione la anomalía. Pero que eso no sirva para resolver el problema del Estatut. Que no sirva para evitar el choque de trenes. Que sirva tal vez para aplazarlo. O ni siquiera eso.