FUNDADOR DE LA ASSOCIACIÓ CATALANA DE VÍCTIMES D'ORGANITZACIONS TERRORISTES

Robert Manrique: «Cuando empecé, solo había 13 víctimas censadas en Catalunya»

Robert Manrique.

Robert Manrique.

TONI SUST
BARCELONA

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Tras dos décadas coordinando la atención a las víctimas del terrorismo en Catalunya, Robert Manrique deja la primera línea de esa labor por razones personales. Seguirá siendo socio de la Associació Catalana de Víctimes d’Organitzacions Terroristes (ACVOT), que fundó y de la que fue presidente. Víctima del atentado de Hipercor, donde trabajaba como carnicero, antes de crear la ACVOT fue delegado de la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT), hasta romper con la organización. Mantuvo diferencias serias con su presidente más polémico, Francisco José Alcaraz, a quien acusa de lo que más rechaza, la politización de las víctimas.

–¿Cuándo empezó a trabajar con víctimas del terrorismo?

–Contacté con la AVT en 1989 y empecé a trabajar en marzo de 1990. Me dediqué a buscarlas, a descubrir dónde y cómo estaban.

–¿Cómo era la situación de las víctimas de Catalunya hace 20 años?

–El día que, en 1990, me nombraron delegado de la AVT en Catalunya, me pasaron una lista de 13, las que tenían contacto con la asociación. Empecé a buscar a la gente, tirando de listín telefónico, de sentencias. No había internet.

–¿Cuántas hay detectadas ahora en Catalunya?

–Unas 500 de una treintena de atentados cometidos por distintos grupos terroristas. Algunas vinieron de Euskadi y Navarra.

–¿Qué es lo más importante que se ha logrado en estas dos décadas?

–La creación de una red de ayuda y contacto con todas esas víctimas. Empezamos con 13 y descubrimos atentados que nadie recordaba, como el de El Papus, los del GRAPO, el de Terra Lliure en Horta en 1992... Antes de Hipercor los atentados no figuraban en la memoria colectiva. Hoy existe un reconocimiento para las víctimas de todas las bandas.

–¿Qué le falta por lograr?

–Dejo algo pendiente, pero otros lo acabarán: la nueva ley de solidaridad. El Gobierno está haciendo una nueva ley para las víctimas para tapar las carencias de la de 1999.

–¿Se ha instrumentalizado a las víctimas del terrorismo?

–El terrorismo tiene que ser un tema de Estado, no una herramienta política, como ha sido. Desde que se le dio una connotación política, de la que discrepo, todos quieren a una víctima a su lado. Quien tiene que trabajar por ellas son las instituciones, no los partidos.

–¿Por este tipo de discrepancias rompieron las víctimas catalanas con la AVT y crearon la ACVOT?

–No, el lazo se rompió porque dejaron de asistir a las víctimas: ocho meses sin que se preocuparan de las de Catalunya. O cerrábamos o nos organizábamos. Fue en junio del 2003. Solo un socio votó en contra.

–Sus máximas diferencias fueron con Alcaraz. ¿Por qué?

–No tengo ninguna guerra con Alcaraz, pero todos sabemos lo que hizo con las víctimas: darse a conocer utilizando a una entidad.

–En el 2005 abandonó la presidencia de la ACVOT y ocupó el cargo de vicepresidente. En el 2007, salió de la junta y pasó a llevar el área socioasistencial, la laboral y la de prensa. ¿Por qué lo deja?

–Que se entienda bien. Son temas personales. Tengo una forma de trabajar, la he tenido durante 19 años, si ahora cambia y no estoy a gusto, no molesto y me voy. No es ninguna pelea con nadie, seguiré para lo que se me necesite.

–¿Se está politizando la ACVOT?

No, en absoluto. Si pasara eso, lo diría. Me voy porque la forma de trabajar que se quiere imponer no me gusta, la respeto, pero no me gusta. La ACVOT seguirá, solo faltaría.

–Usted es una víctima de Hipercor. ¿Cómo vivía antes los atentados?

–Lo comentabas en el trabajo, mirabas la prensa y te olvidabas. Ahora es distinto. Quiero agradecer la ayuda, todos estos años, de la gente anónima y de personas concretas, como el abogado José María Fuster-Fabra y la psicóloga Sara Bosch.

–¿Ningún damnificado quiso vengarse de los terroristas?

–Nunca, ni una. El gran éxito es que, con la cantidad de muertos, heridos y familias destrozadas que ha habido estos años, nunca una víctima le ha hecho algo a un terrorista. Nunca. Y eso lo hemos conseguido entre todos.