El cónclave socialista // CLAUSURA DEL 11° CONGRESO DEL PSC

Montilla avisa a Zapatero de que rechazará una mala financiación

Montilla y Zapatero saludan a los delegados en la sesión de clausura del congreso del PSC.

Montilla y Zapatero saludan a los delegados en la sesión de clausura del congreso del PSC.

LUIS MAURI
BARCELONA

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José Montilla puso ayer una pica en la historia del PSC. Nunca en los 30 años de vida del partido su líder se había dirigido en público al del PSOE como ayer lo hizo Montilla ante José Luis Rodríguez Zapatero. "José Luis, el PSC te quiere bien y mucho, pero aún quiere más a Catalunya", espetó elpresident.Y a renglón seguido advirtió al presidente del Ejecutivo central de que la Generalitat no firmará un acuerdo de financiación autonómica "a cualquier precio". Si el Gobierno catalán se ve obligado a plantarse, no dudará en hacerlo, y entonces los efectos serán muy perjudiciales para ambas partes, agregó Montilla, ahora con un inconfundible timbre de amenaza en la voz.

DOBLEMENTE INACEPTABLE

Montilla y sus colaboradores en la dirección del PSC aguardaban con ganas la visita de Zapatero, ayer, en la clausura del congreso de los socialistas catalanes, en Barcelona. La semana que terminaba había sido espinosa para elpresident. El jueves, apenas 24 horas antes de la apertura del cónclave del PSC, el Gobierno central, por boca del vicepresidente económico, Pedro Solbes, había echado un jarro de agua fría sobre las aspiraciones de la Generalitat en materia de financiación. Lo cual, a ojos de los socialistas catalanes, era doblemente inaceptable: primero y fundamental, por la propuesta financiera en sí misma, y segundo y circunstancial, por la inoportunidad del momento, justo a las puertas del congreso del partido.

JUEGO A UNA CARTA

Montilla es consciente de que él, su Gobierno y su partido se juegan en buena medida la legislatura y las posibilidades de reelección a la carta de la financiación. Aunque él suele apostillar que lo más grave es que el progreso de Catalunya entera depende de cómo sea el nuevo sistema. De modo que cuando Zapatero se le puso a tiro, ayer en la clausura del congreso socialista, elpresidentapuntó y disparó. No apretó el gatillo una vez, sino varias, para asegurarse de que el presidente del Gobierno central recibía el impacto.

Antes, no obstante, esperó a que Zapatero esbozara con términos muy imprecisos el compromiso de que la nueva financiación no defraudará al PSC. Fue entonces cuando el líder de los socialistas catalanes abrió su repertorio. Montilla subrayó el compromiso federal del PSC con el PSOE, pero exigió "un compromiso recíproco".

"¡MENUDA TONTERÍA!"

Descalificó a los que piensan que el compromiso del PSC con Catalunya se mide por la cantidad de incomodidad que es capaz de causarle al PSOE. "¡Menuda tontería!", exclamó. Pero admitió haber ocasionado problemas a Zapatero y a su Gobierno, y, lejos de lamentarlo, le previno: "Seguiré haciéndolo si es necesario".

Entonces fue cuando le espetó al líder del PSOE que los socialistas catalanes le quieren mucho, pero no tanto como a Catalunya. "Nos debemos a Catalunya, a sus ciudadanos, a sus problemas y expectativas, a su Estatut, y vamos a defenderla con todas las consecuencias", agregó.

Suavizó algo el tono elpresidental agradecer el compromiso de Zapatero con Catalunya, pero volvió a la carga sin solución de continuidad: "¿Acaso no vale la pena defender una España plural en la que quepamos todos? ¡Claro que sí! Es una responsabilidad ineludible para todos; también para ti". Y le recordó que el Estatut es una ley vigente (es decir, de obligado cumplimiento) que el propio presidente español votó.

ARISTAS LIMADAS

El primer guión de discurso que tenía Montilla aún era más duro. Pero antes de pronunciarlo, había limado algunas aristas. También había avisado al presidente español de lo que iba a decir en una breve reunión antes de subir al atril. Pese a ello, no fue un plato de gusto para Zapatero, según comentó éste a socialistas de su confianza.

Zapatero había aludido antes a la entrevista de Montilla con EL PERIÓDICO en la que elpresidentdecía que no le gustaba la "música" de la financiación de Solbes. "Vamos a hacer la música juntos; tendremos un buen acuerdo", dijo Zapatero. Montilla insistió: "Las primeras notas no nos han gustado; veremos cómo suenan las siguientes y la letra".

PREPARADOS

"Queremos un acuerdo, estamos preparados para el acuerdo", aseguró elpresident. "Pero también lo estamos para el desacuerdo, que sería malo para todos".

La determinación de Montilla sembró de júbilo el congreso del PSC. "No tenemos ni complejos, ni nada que demostrar", decía un dirigente para explicar la pica que acababa de poner Montilla en el PSC.