Catalunya en alemán

Imagen de archivo de una vista aérea de la planta de Seat en Martorell. / El Periódico

Si en alguna comunidad hay una elevada presencia de empresas alemanas es en Catalunya. El 40% de las firmas asociadas a la Cámara de Comercio Alemana para España (AHK) tiene presencia en esta comunidad e incluso algunas su sede española. Y el 'procés' y las aventuras independentistas, que en 2017 con el referéndum y en meses posteriores preocupaban a las centrales de estas compañías en Fráncfort, Múnich o Sttutgart; ha perdido relevancia dentro de la lista de cuestiones sobre las que piensa este colectivo.

En algún caso afirman que la aplicación del artículo 155 de la Constitución, que supuso la intervención de la Generalitat por parte del Estado, supuso recuperar la calma. Desde entonces, el secesionismo (en Alemania están prohibidos los partidos que defienden la independencia), ha perdido protagonismo en las inquietudes de estas empresas.

Con unas perspectivas que más de mitad ven con buenos ojos, tanto a nivel de la economía en general como de las inversiones y los aumentos de plantilla, una de las mayores preocupaciones de estas compañías, que operan en la mayoría de sectores, de la química (Basf), farmacia (Bayer) a los seguros (Allianz) o automóviles (Volkswagen) es la burocracia y cierta inseguridad jurídica, según el barómetro que elabora este organismo. Han ganado protagonismo el marco económico y político, así como la escasez de mano de obra. De hecho, la necesidad potenciar y retener talento en el mercado laboral es una preocupación cada vez más apremiante, apuntan.

El precio de la energía, que en otros ejercicios copaba los primeros puestos, ha caído como consecuencia del descenso registrado en los últimos meses en el precio de la electricidad y el gas. Una de las conclusiones -al realizar este barómetro aún no se conocía el órdago lanzado por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez- es que España gana atractivo para la inversión al estar más alejada de focos de conflicto como Ucrania, entre otras ventajas. Y es que es necesario escuchar lo que otros dicen de nuestro país, para lo malo, pero también para lo bueno.