Opinión | Apunte

Agustí Sala

Agustí Sala

Redactor jefe de Economía

BBVA aporrea la puerta del Sabadell

¿Cómo afectaría la fusión de BBVA y Sabadell a clientes, empleados y al negocio?

Imagen de los logos del BBVA y del Banc Sabadell

Imagen de los logos del BBVA y del Banc Sabadell / AGENCIAS

Dicen que a la tercera va la vencida. Pero, esta vez, quizás sea a la segunda. BBVA ha provocado un tsunami al confirmar una filtración sobre una propuesta de fusión con Banc Sabadell. Sí, sí, esa entidad con la que lo intentaron en 2020 y rompieron por el precio el reparto de poder.

Ahora, cuando ambos valen mucho más (el Sabadell casi cinco veces más), la entidad presidida por Carlos Torres Vila, más que llamar, ha aporreado en la puerta del Sabadell, al que fuerza a mover ficha con señuelos hechos públicos como una prima del 30% que lo sitúa por encima de 12.000 millones, cuando en 2020, este llegó a caer por debajo de los 2.000 millones. Un gancho para accionistas ávidos de embolsarse plusvalías. Sin tener obligación, BBVA ha publicado la carta "confidencial" remitida al consejo del Sabadell, convertida así en elemento de presión. Eso ha incomodado a consejeros y directivos del banco de origen catalán.

Pero hay más. BBVA ofrece una vicepresidencia, ya que las sillas y el poder pesan en estos procesos. Y lanza guiños a la política con la apuesta explícita por Catalunya, donde BBVA se hizo con Unnim en 2012 (formada por las cajas de Terrassa, Sabadell y Manlleu) y Catalunya Caixa en 2015. Y el compromiso de establecer dos sedes operativas, una en Madrid y otra en Catalunya, donde el Sabadell dejó de tener su sede social por el referéndum de 2017, en favor de Alicante, que ahora teme perder peso financiero; así como reservar a Barcelona el rol de "'hub' europeo para las empresas más innovadoras y disruptivas del mundo". Pero surgen dudas sobre un banco que, tras trasladar su sede social, diluirá su marca catalana en una entidad mayor.

La cosa no acaba aquí. La suma de dos entidades no suele multiplicar las oficinas y plantilla. Por eso se manda un mensaje a los empleados sobre la complementariedad de ambo bancos y de que si hay ajustes serán sin "medidas traumáticas". Ya se verá. Igual que los efectos en el mercado, o sea para los clientes, que pueden tener que lidiar en un negocio bancario en el que más de dos tercios pase a manos de solo tres entidades.

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