Opinión | Elecciones vascas

Joan López Alegre

Joan López Alegre

Periodista y exdiputado en el Parlament

Esta vez sí han ganado todos

Pedro Sánchez y Eneko Andueza, el pasado sábado en un mitin en San Sebastián.

Pedro Sánchez y Eneko Andueza, el pasado sábado en un mitin en San Sebastián. / Unanue / Europa Press

Los mundiales de ajedrez se juegan a varias partidas, el ganador se lleva un punto y, en caso de que ninguno de los contendientes ponga en jaque a su adversario, se firman tablas y se reparten medio punto a cada uno. Eso es lo que ha sucedido en las elecciones vascas. Ahora quedan dos partidas por jugar, la primera, el 12 de mayo en Catalunya, y la última, el 9 de junio en Europa.   

El tópico de que en la noche electoral todos los partidos, sea cual sea el resultado, se declaran ganadores, en esta ocasión, es cierto. El PNV ganó las elecciones y derrotó a las encuestas. Bildu subió a base de comerse a Podemos. El PSE y el PP ganan diputados, y Vox y Sumar consiguen un escaño. Todos contentos.

El que tiene más motivos para la celebración es Pedro Sánchez. Para el presidente del Gobierno, la victoria de Bildu hubiera sido incómoda, el retroceso del PNV le hace más decisivo en el País Vasco y, lo que es más importante, no altera el estatus de sus pactos en Madrid. La noche electoral le dió a Sánchez otra gran noticia: el PNV no le podrá traicionar en Madrid porque sus diputados y los del PP son insuficientes para mantener a los Jeltzales en Ajuria Enea. La legislatura toma aire.

El PP salva los muebles al ganar un diputado, pero para los de Feijóo la noche es agridulce porque Vox se mantiene en el parlamento de Vitoria y no han logrado su objetivo de condicionar el gobierno PNV-PSE, al alcanzar estos la cifra mágica de 38 escaños.

El nacionalismo crece de 52 a 54 escaños, el PNV puede seguir afirmando que es la fuerza más votada en todas las elecciones autonómicas desde 1980, pero su hegemonía se resquebraja por el impulso de Bildu reforzado por el caudal de votos procedente de Podemos, que ha perdido todos sus diputados. 

Los partidos nacionalistas suman 700.000 votos frente a los 300.000 del PSE, PP, Vox y Sumar. Si todos los que han votado a Pradales y Otxandiano fueran independentistas, el País Vasco llevaría años separado de España, pero estas elecciones se han librado en el campo de batalla de la vida cotidiana y no en el de la identidad. 

Suscríbete para seguir leyendo