Opinión | Apunte

Agustí Sala

Agustí Sala

Redactor jefe de Economía

Banca: ¿Temor a ganar demasiado?

El beneficio de la banca supera el máximo de la burbuja inmobiliaria con un récord de 30.954 millones

Pagar una multa en el cajero es posible y te enseñamos cómo hacerlo

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Algunos banqueros muestran cierta preocupación porque este será de nuevo un gran año para el sector. Curioso, pero la preocupación no es por ganar dinero, que es su obligación. La cuestión es que, tras obtener el año pasado un récord de beneficios que supera al anterior al estallido de la crisis financiera de 2008, pierden argumentos ante la posibilidad de que se elimine o reforme el impuesto que grava sus ganancias. Y en especial en el clima electoral en el que vivimos.

Aunque hay analistas que prevén un ejercicio peor que el de 2023, en el que el sector aprovechó al máximo la escalada de los tipos de interés, la banca prevé que la buena inercia dure al menos hasta la mitad de este año, cuando se espera que el Banco Central Europeo (BCE) empiece con las rebajas del precio del dinero, con permiso de la inflación. En EEUU, con una economía más recalentada, la Reserva Federal, ha empezado a plantearse demorar las bajadas.

En cualquier caso, el sector, al que preocupan más 2025 y 2026, argumenta que en los últimos años las obligaciones regulatorias se han disparado. Y lo hicieron durante la etapa en la que los intereses, el pilar del negocio bancario, eran negativos. Fue con la subida abrupta del precio del dinero, el 4,50% actual, que la banca empezó a respirar.

Lo que más molesta, aunque sí que hay quienes entienden que cuantos menos impuestos, mejor; es que se trata de un gravamen "mal diseñado" y con algunos efectos perversos. Uno de ellos, que no tiene en cuenta que cuando suben los intereses se encarece el crédito, pero también lo hace lo que se remunera a los clientes, aunque en eso han arrastrado mucho los pies. Otro es que se aplica a las entidades que en 2019 ingresaron por intereses y comisiones más de 800 millones. Así, aunque un banco pequeño sea más rentable que el grande se penaliza al segundo solo por su tamaño. Pero si los beneficios siguen muy disparados y también el reparto de dividendos, prohibido por el BCE de marzo de 2020 a septiembre de 2021 por la pandemia, la banca difícilmente ganará adeptos en su batalla contra el impuesto.

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