Productividad y eficiencia
Carme Poveda

Carme Poveda

Directora de Análisis Económico de la Cambra de Comerç de Barcelona. Miembro del Comité Editorial de EL PERIÓDICO

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¿Por qué crecemos más que Europa?

El 2023, la economía española ha situado su PIB un 2,7% por encima del nivel que tenía el 2019. Este crecimiento se ha conseguido gracias a un incremento del número de horas trabajadas del 1% y a un aumento de la productividad del 1,7%

Trabajo: la cifra de ocupados supera por primera vez los 20,9 millones de cotizantes a la Seguridad Social y el paro baja en 1.984 personas en marzo en Catalunya, hasta los 344.389 parados. El empleo en Barcelona.

Trabajo: la cifra de ocupados supera por primera vez los 20,9 millones de cotizantes a la Seguridad Social y el paro baja en 1.984 personas en marzo en Catalunya, hasta los 344.389 parados. El empleo en Barcelona. / Marc Asensio Clupes

La economía española está sorprendiendo por sus buenos resultados en un contexto marcado por el estancamiento europeo, los conflictos geopolíticos y la incertidumbre política.

El mapa tradicional del crecimiento europeo se ha invertido. Los países con una expansión más fuerte son sobre todo los del sur, especialmente España, Portugal y Grecia. Mientras que los países en dificultades son ahora los nórdicos y centroeuropeos, con Alemania, Austria y Finlandia como exponentes. La fuerte dependencia energética de Rusia y la dependencia comercial de China no parece haber sido una estrategia acertada.

Cuando analizamos los factores que han impulsado nuestro crecimiento económico por encima de la media europea los últimos años, encontramos luces y sombras. Entre las sombras se incluyen la debilidad de la inversión, que no ha conseguido recuperar el nivel precrisis a pesar de ser uno de los países con mayor asignación de fondos Next Generation. Sabemos que las economías con un mayor nivel de inversión productiva por ocupado son también aquellas que tienen índices de productividad más altos, y esto a su vez conlleva a un mayor bienestar.

A pesar de la debilidad de la inversión, la productividad por hora trabajada entre el inicio de la pandemia y el 2023 ha registrado un incremento mayor de lo esperado, sobre todo en el sector industrial, tecnológico y de actividades profesionales, lo que ha permitido reducir ligeramente la brecha de productividad en relación con Europa. El 2023, la economía española ha situado su PIB un 2,7% por encima del nivel que tenía el 2019. Este crecimiento se ha conseguido gracias a un incremento del número de horas trabajadas del 1% y a un aumento de la productividad del 1,7%. Pero el incremento de horas trabajadas entre 2019 y 2023 se concentra totalmente en los sectores de administración pública, sanidad y educación, un sector que, por otro lado, no ha aprovechado su expansión, derivada de la pandemia y de la ejecución de los fondos europeos, para aumentar su productividad (se ha reducido un 4,2% en dicho periodo). Por tanto, la productividad mejora de la mano de los sectores con mayor intensidad de capital físico y tecnológico, además del sector financiero, mientras que los servicios de ámbito público siguen sin aprovechar la transformación tecnológica para avanzar en productividad y eficiencia.

Otra de las características que ayuda a explicar nuestras mayores tasas de crecimiento es el buen comportamiento del mercado laboral, menos tensionado que en otros países europeos, y que se ha beneficiado del extraordinario aumento de la población extranjera. Entre 2019 y 2023 en España la ocupación ha aumentado en 1,2 millones, según la EPA -uno de cada cinco creados en el conjunto de la Eurozona-, de los cuales 600.000 ocupados (la mitad) son de nacionalidad extranjera no europea. La llegada de inmigración ha permitido alimentar la gran demanda de trabajadores y, a su vez, estimular la economía a través del incremento del consumo, como ya sucedió en la etapa expansiva 2000-2007. Este fuerte incremento de la población activa extranjera ha limitado la reducción de la tasa de paro a únicamente dos puntos (del 14% a finales de 2019 al 12% a finales de 2023), pero ha conseguido que España sea uno de los países con una tasa de vacantes por cubrir más bajas de Europa.

Como consecuencia de la abundante mano de obra, el crecimiento de los salarios estaría siendo más limitado que en otros países europeos. Este hecho, junto con el menor precio de la energía, explicarían el incremento de la competitividad de nuestras exportaciones, una de las principales 'luces' del crecimiento económico español los últimos años. El turismo extranjero continúa mostrando un gran dinamismo, al que se suma la exportación de servicios no turísticos (consultoría, tecnología, ingeniería, servicios financieros...), que tienen un peso en el PIB español por encima incluso de los servicios turísticos (7,6% del PIB frente al 5%). Este dinamismo se explicaría por la gran demanda de estos servicios a nivel mundial y por nuestra ganancia de competitividad basada en un menor crecimiento de los costes y una mayor disponibilidad de mano de obra. Ahora bien, para que todo esto se traduzca en mayor bienestar del conjunto de la sociedad es necesario aumentar la formación de esta mano de obra, mejorar el nivel tecnológico y de gestión en las empresas, y que el entorno institucional, regulatorio y burocrático no sea un obstáculo a la inversión y al crecimiento empresarial.

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