Barcelona, teatro de récord

Ya se pueden ustedes imaginar con qué satisfacción puedo escribir que el año 2023 ha sido para el teatro de Catalunya el de mayor asistencia de público de la historia. Muchos habíamos llegado a pensar que, después de la gran crisis que provocó el covid, algunas inercias cambiarían a peor. Sí que es verdad que algunas han cambiado: el hábito de comprar entradas por anticipado, por ejemplo. Ahora se decide más al día. Si bien para conciertos y actos muy excepcionales, en el online funciona la venta anticipada, en el teatro convencional ya no es así. Pero, habida cuenta de los resultados publicados por ADETCA, eso no tiene ninguna importancia. Una vez más, el teatro sobrevive a su enésima crisis, y todo gracias a un público fiel que sigue con entusiasmo la actividad teatral de nuestra ciudad, y también gracias a la infatigable voluntad del sector, que sigue apostando por más y más proyectos, unos más ambiciosos que otros, pero con la tenacidad necesaria para que el teatro siga vivo.

Desde hace ya unos años se habla mucho del 'boom' del teatro de Madrid, especialmente en lo que se refiere al terreno de los musicales. Es cierto que la capital ha dado un salto enorme en el estreno de este género; sin embargo, también habría que hablar del exceso de oferta, que hace que la mayoría de esos montajes acaben siendo poco rentables. Hace un año, un periódico de Madrid llamado 'Libremercado' daba unos datos desfavorables para Catalunya en comparación con los teatros de Madrid. Eran datos de 2022. Además de publicar una cifra de espectadores de Barcelona incorrectamente hacia la baja, acusaba de forma maniquea al independentismo y a la izquierda de este desequilibrio. Este año, los teatros de Catalunya han disfrutado de 2.845.015 espectadores, lo que ha supuesto para el sector un ingreso de algo más de 86 millones de euros y un récord histórico, como antes comentaba. Desconozco los resultados de Madrid, pero apostaría que, musicales como 'El Rey León' aparte, el teatro más convencional de la capital no supera los resultados de Barcelona, y eso teniendo en cuenta que Madrid tiene un millón y medio más de personas que la ciudad condal.

Alegrémonos pues, que, como decía aquel, “no estamos tan mal”.

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