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Reincidencia y seguridad

Barcelona reclama "endurecer el Código Penal" para combatir la delincuencia urbana y las mafias de narcopisos

Ofensiva policial y judicial para acabar con la impunidad de los multireincidentes en Barcelona

Barcelona reclama "endurecer el Código Penal" para combatir la delincuencia urbana y las mafias de narcopisos. Imágenes de fuerzas de seguridad en el Raval el 17 de enero de 2024. / JORDI OTIX

Barcelona reclama "endurecer el Código Penal" para combatir la delincuencia urbana y las mafias de narcopisos. Imágenes de fuerzas de seguridad en el Raval el 17 de enero de 2024. / JORDI OTIX / JORDI OTIX

Barcelona tiene un doble reto. Mejorar la seguridad ciudadana y mejorar la percepción de inseguridad que existe entre buena parte de la población. Aunque los niveles de delincuencia en la capital catalana siguen siendo inferiores a los del 2019 (antes de la pandemia), es cierto que han aumentado en los últimos tres años. Este deterioro ha provocado que los ciudadanos se sientan menos seguros, pues se expresan más en función del aumento relativo de la delincuencia que de los datos absolutos sobre seguridad. Ello explica que, mientras Barcelona figura todavía, por ejemplo, entre las grandes ciudades más seguras del mundo en el índice anual publicado por el semanario The Economist, la sensación de los barceloneses sea distinta.

Entre los factores que motivan cómo se reflejan percepción y realidad, está sin duda el aumento de la reincidencia. Que los cinco ladrones más activos en Barcelona fueran detenidos 112 veces en los primeros seis meses del año pasado desconcierta a la ciudadanía. La multirreincidencia genera alarma y crea sensación de desprotección. Aunque esté relacionada con hurtos caracterizados como menores, es la que afecta más directamente a los barceloneses. Mientras, los robos violentos de relojes de lujo han tenido una gran repercusión en las redes sociales y han contribuido a deteriorar la imagen de Barcelona como ciudad segura, entre la población local y los turistas.

Los Mossos de Esquadra pusieron en práctica un plan de actuación en el 2020 (Pla Tremall) que dio sus primeros frutos con la detención de casi trescientos delincuentes reincidentes en 2022, lo que permitió disminuir substancialmente este tipo de delitos. Ahora bien, hace falta que la acción policial se corresponda con la actuación de la justicia. La reforma del código penal de agosto del 2022, que permite dictar penas de prisión efectivas tras tres condenas, es un paso positivo, siempre que la justicia disponga de los medios necesarios para actuar con la rapidez necesaria. Por otra parte, el anuncio por parte de la consellera de Justícia, Gemma Ubasart, de permitir que la prisión preventiva o las penas por delitos menores se cumplan en modo abierto (mediante tobilleras GPS) puede ayudar, si resulta efectiva, a implementar esta reforma del Código Penal sobre la reincidencia sin aumentar la saturación de las cárceles catalanas.

Sin embargo, para que la percepción de los ciudadanos recoja las medidas puestas en práctica por las administraciones, la policía y los jueces, hace falta que el tema de la seguridad sea abordado con amplio consenso por parte de las principales fuerzas políticas. Mientras exista un gobierno minoritario en Barcelona y en la Generalitat, la tentación de la oposición será la de utilizar la seguridad como arma de desgaste, contaminando con tintes populistas el debate sobre cómo mejorar la seguridad de los ciudadanos, contribuyendo a la distorsión entre realidad y percepción.